El conflicto laboral en el TRAM de Alicante, que comenzó durante el pasado mes de septiembre con las huelgas convocadas por cuatro sindicatos, se va a mantener durante los próximos días de diciembre, si bien también es cierto que comienza a vislumbrarse la luz al final del túnel: al menos se ha abierto se ha abierto el camino para intentar llegar a un acuerdo que permita desconvocar los paros parciales.

En ello confían tanto los sindicatos UGT, CCOO, SIF y SCF como la propia empresa pública, Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV). Ambas partes están negociando en los últimos días para acercar posturas y que "cuanto antes" se pacte un documento de acuerdo que ponga fin a esas movilizaciones, que en principio están convocados hasta el 12 de enero de 2018.

Precisamente para la próxima semana habrá paros el lunes 4 (de 5.30 a 9.30 horas), el viernes 8 (de 18.35 a 22.35 horas) y el domingo 10 (de 18.15 a 22.15 horas). Estos paros cuentan con unos servicios mínimos del 60 % en las horas punta (de 6 a 9 horas, de 12 a 16 horas y de 19 a 22 horas) y del 50 % en horas valle (el resto del día).

Desde la parte sindical apuntan que quedan unas cuestiones pendientes a la espera de aclaración por parte de la empresa después de haber mantenido tres reuniones, en las que la futura Ley de Seguridad Ferroviaria y algunos detalles en las pruebas para habilitaciones son los temas de la negociación, según ha explicado a EFE el portavoz de UGT, Antonio Soler.

Las protestas laborales han tenido cierta incidencia tanto en el TRAM de Alicante como en el metro y en el tranvía de València (cuya plantilla también ha secundado esas huelgas): sólo en el mes de septiembre, la influencia de los paros fue de entre el cuatro y el cinco por ciento de pérdida de viajeros, un porcentaje que en el caso de huelgas de veinticuatro horas ascendió a entre el siete y el ocho, según detallan a EFE fuentes de FGV.

Sobre la negociación entre FGV y los sindicatos, el representante de UGT detalla que el punto de desacuerdo de la Ley de Seguridad Ferroviaria, que se encuentra en proyecto de ley, consiste en las sanciones económicas que recoge para los trabajadores. El reglamento interno de FGV ya contempla un régimen de sanciones a nivel laboral que recoge la suspensión de empleo y sueldo, por lo que, según Soler, no puede aplicarse dos veces una sanción económica a los trabajadores.

Respecto a los procesos de pruebas psicofísicas por habilitaciones del personal de circulación, los sindicatos quieren perfilar algunas cuestiones para que la redacción del documento quede lo más claro posible y después no se puedan producir confusiones. "Por nosotros, cuanto antes -se llegue a un acuerdo- mejor y se están haciendo esfuerzos por llegar a un documento de consenso en las próximas semanas", señala Soler.

A su juicio, la responsabilidad de la situación no es únicamente de la parte sindical ya que el pasado 19 de octubre pasaron un documento a la empresa "para seguir negociando" y desde la dirección se tardó un mes en llamar a los representantes sindicales. Cuando llegue el acuerdo, se convocará una asamblea de trabajadores en la que se votará la ratificación del acuerdo y, por tanto, la desconvocatoria de los paros