El alcalde de Alicante, el socialista Gabriel Echávarri, anunció ayer que la próxima semana iniciará una ronda de contactos con los grupos de la oposición para negociar los presupuestos municipales del próximo año, que ya cuentan con el visto bueno del Ministerio de Hacienda. «No habrá líneas rojas. Estamos dispuestos a negociar, aunque hay que tener en cuenta que el margen de maniobra», explicó Echávarri, en alusión a las millonarias partidas comprometidas con personal, limpieza o transporte, entre otras.

Echávarri, en un nuevo guiño con Ciudadanos, con quienes el año pasado negoció sin éxito su apoyo a unos presupuestos que al final salieron adelante gracias a la abstención de los tránsfugas, dejó ayer en el aire que las propuestas que puso sobre la mesa la formación que lidera Yaneth Giraldo no salieron adelante al depender de áreas gestionadas por sus entonces socios de gobierno, Guanyar y Compromís. «Todas las peticiones que trajo C's eran sobre concejalías de Guanyar y de Compromís, y yo dije que no», apuntó para aclarar después que esta vez la respuesta podría ser distinta.

El regidor socialista también se preguntó si Ciudadanos volverá a llevar peticiones similares, puesto que algunas «ya se han cumplido», como es el caso de la supresión de la Concejalía de Protección Animal que el PSOE eliminó cuando se quedó solo al frente del gobierno municipal hace dos semanas. Respecto a la otra formación que el año pasado votó en contra de las cuentas municipales, Echávarri considera que «no sería lógico en su discurso» que el PP no apoyara el próximo presupuesto, después de que en el pleno de este jueves propusiera la creación de una comisión para controlar el cumplimiento de la Edusi de Las Cigarreras [el plan de rehabilitación del entorno de los castillos], ya que, de oponerse a las cuentas para 2018, se perderían los cuatro millones de euros contemplados en el borrador.