La Conselleria de Educación ha elaborado un primer documento de trabajo con las líneas estratégicas para el «impulso y mejora de la nueva FP», que sustituya al plan actualmente en vigor que data del año 2002, y con la mirada puesta en formar a los futuros profesionales protagonistas de la cuarta revolución industrial fomentando el empleo.
El nuevo Plan Valenciano de la FP, largamente reclamado por los sindicatos de enseñanza, sitúa el nuevo punto de partida de esta etapa educativa postobligatoria en la exigencia de una formación en el uso de las nuevas tecnologías. «Los cambios tecnológicos forman parte de la sociedad y exigen ciudadanos con un nivel medio o avanzado, por lo que han de ocupar un puesto central en la formación», subraya el documento al que ha tenido acceso este diario.
Con idéntico énfasis se vincula la FP con el «entorno productivo», expresión también largamente reiterada por los responsables políticos. El nuevo plan para la FP en la Comunidad trata de ir más allá de las palabras y los responsables educativos concretan que esta vinculación exige «abrir los centros escolares a las empresas», hasta el punto de convertir los institutos de FP en «auténticos campus de formación y sedes destacadas del desarrollo local».
Educación tiene previsto presentar las líneas estratégicas de la FP este mismo año y contempla que los institutos de Secundaria que imparten ciclos formativos puedan ejercer un papel «más protagonista» en el desarrollo de la sociedad, fomentando a su vez su relación con las universidades, a modo de focos de alto nivel formativo y por el empleo cualificado.
El Consell se ha propuesto que la Comunidad abandone el furgón de cola de alumnado de FP capacitado laboralmente, en relación a la media de los países que integran la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), que como su nombre indica promueve políticas para la mejora del bienestar social y económico.
Mientras los últimos informes de esta organización cifran la media de matriculados en FP en los países europeos en un 26% del alumnado, una vez obtenido el graduado escolar, la media estatal desciende al 12%.
Empleo
La institución europea califica estos números de «baja proporción», teniendo en cuenta que en el plazo de los próximos tres años, con el horizonte de 2020, solo un 15% del empleo se dirigirá a personas sin ninguna cualificación, y para el 85% restante se exigirán estudios de FP y universitarios. Dos de cada tres puestos de trabajo, reclamarán una formación técnica. «Un joven sin cualificación tendrá muchas posibilidades de quedarse en riesgo de exclusión social», constatan los responsables educativos.
De ahí el propósito de Educación de «captar un mayor número de jóvenes para este sistema de formación». ¿Y cómo hacerlo más atractivo? Lo que proponen los responsables es «compatibilizar formación y ocupación» desde el minuto cero, desde el primer curso de la FP, favoreciendo además una «mayor flexibilidad» en estos estudios, para que se pueda acceder en cualquier momento aumentando las posibilidades de cursarla de forma semipresencial o a distancia, un modelo que ahora tan solo es testimonial.
Esta mayor flexibilidad se quiere implantar también a la hora de contratar al profesorado, así como en el tipo de formación que se le va a exigir a estos profesionales.
En el nuevo plan se integra, por otra parte, a la práctica totalidad de la administración valenciana en políticas de educación, empleo, comercio, innovación y de empresa «dirigiendo todos los esfuerzos en la misma dirección».
Los hilos del impulso que se pretende para la FP dan asimismo un papel preponderante a los ayuntamientos, «que deberán asumir la iniciativa de actividades de formación, en su condición de administración más próxima a los ciudadanos».
Demanda
En realidad, la participación municipal vendrá marcada por el nuevo mapa de la FP, en el que la conselleria que dirige Vicent Marzà está inmersa para «adaptar las necesidades formativas a los distintos entornos socioeconómicos». A partir de este perfil global, cada ayuntamiento propondrá de una forma «dinámica» nuevos cursos para que los estudios no queden descolgados de la realidad económica que les rodea.
El equilibro entre los ciclos formativos que ofrecen los institutos y la solicitud real de plazas es otro de los objetivos marcados, empeño que Pilar Mora, secretaria de empleo y formación en UGT, recuerda que «llevamos reclamando mucho tiempo». Los estudios que concentran más demanda se relacionan con la sanidad, los servicios socioculturales, el deporte, la robótica y la mecatrónica -que introduce una enseñanza doble sobre mecánica y electrónica-.
Estos ciclos formativos mantienen listas de espera que difícilmente permiten el acceso a uno o dos estudiantes como mucho a lo largo del curso, siempre que algún otro haya dejado la plaza previamente. Por contra, estudios vinculados al comercio, mueble, instalaciones eléctricas, peluquería, administrativos y climatización suman entre 50 y 170 vacantes en el conjunto de los institutos que los imparten en la provincia,
Los datos se reproducen prácticamente sin apenas variación tanto en la oferta de los ciclos medios como en los de grado superior, y en el conjunto de la Comunidad que cuenta con 126 centros de FP en la provincia de Alicante, 173 en la Valencia y 47 en la de Castellón.
