Escaladores de Greenpeace han desplegado hoy la pancarta más grande de la organización en España, de 1.500 metros cuadrados, en el embalse de Barrios de Luna (León) para denunciar la mala gestión del agua, reclamar medidas de prevención, lucha contra los pozos ilegales y frenar las grandes obras hidráulicas.

El despliegue de la pancarta coincide con el inicio en Portugal de una reunión bilateral entre España y el gobierno luso para ver la evolución del convenio de la Albufeira. Firmado en 1998, España tiene que ceder a Portugal dos mil hectómetros cúbicos del Tajo. Envía el triple mientras la sequía azota al río en España y tiene cerrado desde mayo el trasvase de aguas a Alicante. La cuenca del Segura es la que peor situación presenta en España al estar al 13% de su capacidad.

Los activistas han necesitado más de 1,5 kilómetros de cuerdas y 50 anclajes para sujetar los 120 kilos de la pancarta, cuyo lema 'Sequía = mala gestión', que reclama una gestión del agua no basada en el despilfarro, ante la actual situación de la reserva hidráulica que se encuentra al 37% de su capacidad por un "consumo descontrolado", según denuncia recogida por Europa Press.

Además, la ONG recuerda que España es el país con más embalses per cápita del mundo, con 1.300, y pide medidas "urgentes" para prever y mitigar los efectos de la sequía, de la que culpa a la mala gestión y al despilfarro.

"Esto es un claro reflejo de la mala gestión que se ha hecho de nuestros recursos hídricos previamente y que nos hace muy vulnerables ante el inicio de un periodo seco como el actual, poniendo incluso en riesgo el abastecimiento humano", ha declarado el responsable de la campaña de agua de Greenpeace, Julio Barea.

Greenpeace destaca que las precipitaciones este otoño están siendo casi nulas después de la pasada primavera, que fue la más seca desde 1965, un 23% por debajo de la media. Precisamente la primavera y el otoño son húmedos en la Península, por lo que con los datos actuales la ONG advierte de que 2018 será un periodo de sequía "más que probable".

El embalse de Barrios de Luna está situado en la demarcación hidrográfica del Duero que junto a la del Júcar y la del Segura, las tres declaradas oficialmente en sequía. A pesar de contar con 81 grandes embalses, la reserva de agua en el Duero apenas alcanza el 18%, lo que para Greenpeace es un "ejemplo" de la poca previsión con la que se ha gestionado la situación y que es "extrapolable" al resto de cuencas y demarcaciones hidrográficas españolas.

La ONG presentó la semana pasada el informe 'La sequía, algo más que falta de lluvia' que recoge los principales impactos medioambientales, sociales y económicos de la falta de agua.

Entre sus recomendaciones, la ONG aconseja cambiar la política hidráulica tradicional centrada en la ejecución de grandes obras; luchar contra el grave estado de contaminación que sufren nuestras aguas continentales; implantar regímenes de caudales ecológicos científicamente establecidos; frenar la edificación y la construcción de instalaciones muy demandantes de agua como campos de golf o parques temáticos y salvaguardar emplazamientos cercanos a espacios protegidos o costas.

Asimismo, recomienda controlar los volúmenes de agua utilizados y erradicar los usos irregulares del agua, empezando por los pozos ilegales; establecer una hoja de ruta para aumentar la superficie de agricultura ecológica (cultivo que no admite agua residual depurada) y potenciar el uso de variedades locales adaptadas al clima; reconvertir el regadío intensivo o superintensivo en explotaciones sostenibles, diversificadas y de bajo consumo de agua y prohibir los nuevos proyectos de ganadería industrial.