Guitarras, jamones, móviles, pinzas de pelo, consoladores, botellas de submarinismo...y, por supuesto, muñecas y juguetes para Navidad. Cualquier artículo del día a día o para regalar pasa por el escáner de los centros de clasificación de paquetería de Alicante, un sector que prácticamente se había perdido pero que ha resucitado en los últimos años gracias a que, a golpe de click, se puede comprar en todo el mundo. Es tal el auge del comercio online que en Correos de Alicante empieza la locura tras el puente de octubre y no acaba hasta después de Reyes, viéndose obligados a reforzar plantilla ante el aumento de volumen de trabajo por la fiebre del Black Friday; el CiberMonday, jornada de compras por internet que surgió en el mundo anglosajón tras Acción de Gracias; y por los regalos de Navidad.

¿Y de dónde vienen los paquetes? De Estados Unidos, Alemania, Francia pero sobre todo de China, donde tiene su origen el 80% de los artículos que llegan a la provincia. En los tres últimos meses del año crece un 50% la llegada de paquetería, con un ritmo de clasificación en los principales centros de reparto de 4.000 artículos por hora. En una sola jornada pueden entrar más de 40.000, que en Alicante se reciben sobre todo a través de los aeropuertos de Madrid, Barcelona, y en un camiones desde París.

«Hoy te compras cualquier cosa en cualquier parte del mundo gracias al e-commerce. Esto antes era impensable y tiene mucho que ver lo que nosotros llamamos la logística inversa. Es decir, que se puede devolver lo comprado con fiabilidad», explican José Antonio Martínez Torrella, responsable del centro de tratamiento automatizado de Correos en Alicante, y Javier Martínez, responsable de turno. Esto es posible gracias a un sistema de códigos y mails entre las compañías de comercio electrónico y servicios de computación en la nube, los centros de paquetería y los clientes.

«Se ha ido mejorando con la evolución del comercio online», destacaron los responsables del centro de tratamiento. En esto también influye el sistema de buzones -más de un centenar de dispositivos- que se han implantado en comunidades de vecinos, gasolineras, estancos y supermercados de toda la provincia, así como en la central de la plaza de Gabriel Miró en Alicante, que facilitan las entregas de los productos comprados en red registrándose en una página web, o a través de aplicaciones de móvil. Porque la paquetería no sólo crece para Navidad. Este año, entre enero y septiembre el volumen ha crecido una media del 64%.

La causa está en el incremento del comercio electrónico, que se fideliza para clientes que realizan sus pedidos o sus envíos a través de internet desde sectores como el textil o el calzado en la provincia. Incluso empieza a entrar el sector de la alimentación, que hasta ahora se resistía, y algunas compañías se van a lanzar con productos no perecederos. De hecho ya se están haciendo pruebas de envío de naranjas por paquetería al resto del mundo. En Navidad también entran muchas postales de felicitación manuscritas de extranjeros que residen en la provincia dirigidas hacia sus países de origen así como paquetes de regalo que se mandan desde Alicante.

Todo este entramado se deja ver en las calles con numerosas furgonetas y motos de reparto, de empresas como Nacex o Ups, que llevan a domicilio todo tipo de artículos comprados por internet con 25 y hasta 40 kilos de peso. Para Navidad se les incrementa bastante el volumen de trabajo, en más del 30%, por el aluvión de regalos.