El conseller de Educación, Vicent Marzà, propone nuevos cambios en la orden que regula la jornada escolar con el objetivo de «flexibilizar» la norma.

«Hay otro tipo de jornada que cabe dentro de la orden y que prácticamente nadie ha puesto en marcha, que respondería a las diferentes necesidades tanto de los que están muy a favor de una jornada como de quienes están muy en contra», explicó en referencia a las ya existentes de horario continuo y partido, en declaraciones a La Ser.

La tercera opción contempla una jornada a la europea. «Es aquella con clases de 9.00 a 12.30 horas, de 12.30 a 14.00 horas comedor, de 14.00 a 15.30 horas otra vez clases, y de 15.30 a 17.00 horas quien quiera que se quede a hacer extraescolares, y el que no, puede irse a casa habiendo comido pronto y con más facilidades para conciliar», dijo.

Para Marzà nada supone agitar «un debate entre a ó b», es decir, horario partido de 9.00 a 16.30 o 17.00 horas, y la jornada continua que concentra las cinco horas de clase de 9.00 a 14.00 horas. «La normativa da opción a diferentes horarios que se pueden adaptar a las necesidades de cada comunidad educativa», asegura el conseller.

Comedor

La jornada que propone es parecida a la de la mayoría de países del norte de Europa, en la que los niños comen en el colegio y vuelven a casa a las 15.30 horas.

Es un horario que ya se permitía en la orden de junio de 2016, pero casi nadie la pedía por la exigencia de un mínimo de dos horas de comedor, lo que se traducía en acabar las clases apenas media hora antes.

Como no se modifica el horario escolar de 9.00 a 17.00 horas, los colegios estarán obligados a ofertar una hora y media de extraescolares voluntarias y pagar el precio de coste a no ser que carezcan de recursos, para recibir beca.

Fullana, presidente de Ampas en València, ve inviable la jornada europea «si todos los niños no se quedan a comer en el colegio y para ello el comedor escolar debería ser gratuito, como ocurre en EE UU y norte de Europa». Alerta de que hora y media de comedor «es poco en los colegios con doble turno».

Implantar esta jornada escolar europea exige, al igual que en la intensiva, que lo aprueben en votación un mínimo del 55% del censo de padres y madres del colegio.

Además, como no se modifica el horario escolar de 9.00 a 17.00 horas los colegios estarán obligados al igual que en la jornada intensiva a ofertar una hora y media de extraescolares voluntarias para las familias.

Por estas actividades los padres deberán pagar el precio de coste a no ser que demuestren que carecen de recursos, ya que Educación exige que ningún niño quede excluido por razones económicas.