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El testamento de Vicente Sala empieza a moverse en el juzgado

El magistrado que debe resolver la demanda del primogénito del expresidente de la CAM fija una vista para valorar si acuerda medidas cautelares

De izda. a dcha. Vicente Sala, su madre y sus tres hermanas en el funeral de su padre, que falleció en agosto de 2011. ANTONIO AMORÓS

A punto de cumplirse el primer aniversario del crimen de su madre, los hermanos Sala Martínez o, en su defecto, sus representantes legales, se verán las caras este viernes en un juzgado de Primera Instancia de Alicante con el testamento de su padre, el expresidente de la CAM Vicente Sala, como telón de fondo.

El magistrado al que ha correspondido la demanda presentada por el primogénito de María del Carmen Martínez para que sus tres hermanas cumplan el legado de su padre (en el que instaba a que la acción de oro que el empresario de Novelda le dejó en herencia a su mujer acabara en manos de su hijo mayor) ha señalado una vista oral donde, como cuestión previa a la resolución del conflicto, se plantearán las medidas cautelares que solicita el demandante. Entre ellas se encuentra el que se impida tanto a sus hermanas como a los hijos de éstas (a los que sus madres cedieron una participación de la empresa familiar) cambios en «la titularidad de las participaciones sociales y/o derecho de voto inherente a las mismas (...) que obstaculice, impida o limite directa o indirectamente el cumplimiento del testamento de Vicente Sala», que era que su primogénito tuviera el control de Samar Internacional, la mercantil del plástico y motor económico de la familia, según se recoge en la demanda.

En el escrito, que ha elaborado el letrado Luis Corno, se pide la nulidad de esa cesión (que se produjo apenas un mes antes de la junta en la que se materializó el traspaso de la acción de oro a su hijo por parte de María del Carmen, la última a la que asistió antes de ser asesinada de dos disparos en la cabeza) «por tratarse de donaciones efectuadas en fraude de ley y con una causa ilícita».

Como nuevos socios, los nietos de Vicente Sala no estarían obligados a cumplir la voluntad de su abuelo con lo que, aún cuando las tres hijas fueran obligadas por el juez a votar a favor del traspaso de la acción de oro a su hermano, nunca se lograría la unanimidad que se precisa para inscribirlo en el Registro Mercantil ya que Mar, Antonia y Fuensanta tendrían garantizados los votos en contra de sus hijos.

En la demanda, Vicente Sala Martínez exige que sus hermanas acaten la última voluntad de su padre no sólo en lo económico (cada uno de los hijos percibió más de millón y medio de euros tras su fallecimiento) sino también en lo relativo al traspaso de la participación privilegiada que confiere el control de negocio familiar a quien la posea.

De hecho, fue el voto privilegiado de María del Carmen Martínez el que permitió el traspaso de la acción de oro a su primogénito, (cuando el bloque formado por sus tres hijas sumaba el 60,30% del capital social, aunque con unos derechos de voto que apenas superaban el 20%) cuando la unión de la matriarca, su hijo y su hermana, con sólo el 39,70% de la propiedad,tenían una capacidad de decisión cercana al 80%.

Vicente Sala también tuvo que echar mano de esa acción para aprobar las cuentas de la mercantil en la junta de accionistas del pasado julio, donde sus hermanas votaron en contra o se abstuvieron en todos los puntos.

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