El concejal del PP Israel Cortés denunció ayer la «pésima gestión de las áreas sociales del Ayuntamiento de Alicante» al acumular «más de un millón de euros paralizados y sin tramitar para muchas asociaciones». Cortés señaló que «el colapso» del gobierno municipal «ha supuesto la parálisis de cientos de proyectos sociales que no se han podido realizar por falta de financiación, afectando a miles de beneficiarios».

Según el concejal popular, «quienes decían que venían a rescatar a las personas son los que más daño han hecho a los colectivos vulnerables», en alusión a las tres formaciones municipales que han integrado el tripartito hasta que Compromís y Guanyar abandonaron el gobierno municipal ante la negativa a dimitir del alcalde, el socialista Gabriel Echávarri. El concejal Cortés explica que las áreas afectadas son «Acción Social [402.000 euros], Cooperación para el Desarrollo [397.500 euros], Participación Ciudadana [154.000 euros], la Agencia de Desarrollo Local [60.000 euros] y la Concejalía de Movilidad y Accesibilidad [30.000 euros]».

Los populares critican que «a falta de mes y medio para acabar el año continúan sin resolverse hasta 402.000 euros en subvenciones de este año contempladas en los presupuestos de 2017 para asociaciones en el ámbito de los servicios sociales, que dependen de la Concejalía de Acción Social, y 357.000 euros para ONG que trabajan en el ámbito de la cooperación internacional». De igual modo, «hay 154.000 euros en ayudas para este año que gestiona Participación Ciudadana que tampoco han sido concedidas todavía y, en algunos casos, ni tan siquiera convocadas».

El concejal del PP subrayó ayer que «el año pasado ya hubo problemas cuando muchas de las subvenciones concedidas el año pasado no pudieron imputarse a cargo de los presupuestos de 2016, precisamente por la excesiva demora en la publicación de convocatorias». La principal consecuencia de esta falta de gestión es, según los populares, que «se pierde dinero de un ejercicio, que va a parar después a remanente de Tesorería, y se pierde dinero para gestionar en el ejercicio siguiente porque se tiene que asumir la deuda del año anterior a cargo del presupuesto en curso», según Cortés, quien concluyó que «este año se han pagado más de 100.000 euros correspondientes a presupuestos de 2016, que se cobraron en marzo de este año».