La plataforma Marea Blanca de les Comarques del Sud ha mostrado su rechazo al plan para crear un hospital de día en las instalaciones que llevan años cerradas y sin abrir frente al Doctor Esquerdo. Una propuesta que se votará el miércoles en el pleno de la Diputación. Según Marea Blanca esta propuesta de la Diputación suprime dos dispositivos de rehabilitación psicosocial destinados a personas con enfermedad mental grave -un centro de día (CD) y un centro de rehabilitación e inserción social (CRIS)- actualmente vinculados al centro psiquiátrico Doctor Esquerdo.

Lo que propone la Diputación, añade Marea Blanca, «es un cambio de modelo de trabajo, de un modelo de integración social, centrado en la rehabilitación y en la recuperación de la vida normal para las personas con enfermedad mental grave, a un modelo medicalizado de asistencia centrado en el etiquetado de las personas asistidas como enfermas en el sentido de incapacitadas».

El modelo de integración social, añade Marea Blanca, «se centra en la rehabilitación y en la incorporación de las personas asistidas a su comunidad como iguales, este modelo incluye el trabajo con las familias, la atención en viviendas y los grupos de ayuda mútua. El trabajo se centra en el funcionamiento personal y social, supone un apoyo a medio y largo plazo y programas psicosociales de asistencia».

Por contra, el modelo de hospital de día «supone abordajes a corto plazo, centrados en la enfermedad, en el funcionamiento "clínico", en los medicamentos y en la adherencia a los mismos. Lo que tendría que ser un objetivo relativamente menor entre otros pasa a ser en el centro». En consecuencia, «son diferentes los lugares donde se presta la atención (el centro de rehabilitación, la comunidad y el domicilio en el primer caso, frente al centro sanitario y el hospital en el segundo). También son diferentes los programas y los profesionales que los llevan a cabo. El objetivo del "hospital de día" tiene un efecto mucho más limitado y una eficacia pobre».

Para Marea Blanca llueve sobre mojado en nuestra comarca. «Este cierre de equipos de rehabilitación e inserción se da en una historia de retirada de recursos de integración social en nuestra comarca. En los últimos 15 años no solo no se ha ganado en recursos sino que se han perdido». Desde la supresión de los equipos de atención domiciliaria y de trabajo con familias en los centros de salud mental a la supresión de gran parte de los servicios de rehabilitació e inserción que gestionaba Afema, entre estos últimos la supresión del único servicio de inserción laboral y del programa de atención integral de atención domiciliaria.

«El modelo centrado en las hospitalizaciones, en las incapacitaciones legales y en la remisión a residencias manicomiales se ha ido comiendo los muy escasos servicios comunitarios de inserción y de atención que han llegado a construirse en base al esfuerzo de familias, usuarios y profesionales». La conversión de los servicios que plantea la Diputación, añaden desde la plataforma, «es un nuevo paso en esta destrucción de los esfuerzos por la integración de las personas con enfermedad mental grave».

Este cierre de equipos de rehabilitación e inserción «se da en un contexto caracterizado por la práctica ausencia de este tipo de recursos. Junto al CD y al CRIS que quiere cerrar la Diputación hay únicamente otros 4 pequeños recursos para toda la comarca de l'Alacantí: una vivienda de hombres (3 plazas), otra para mujeres (3 plazas), un centros de rehabilitación e inserción y un centros de día. Actualmente, hay una clara escasez de plazas, 40 en CD (10 por 100.000hab) y 95 en CRIS (24 por 100.000 hab)» . Esto supone «la anulación de un tipo esencial de recursos para las personas con enfermedad mental grave y sus familias». La Diputación y las consellerias implicadas (la de sanidad y la de benestar social) «no se han reunido para realizar una mínima planificación de los servicios. Se abandonan».

La existencia de estos dispositivos de rehabilitación, inserción y recuperación, «supone para los usuarios, actuales y futuros, un apoyo esencial para mantenerse viviendo en sus hogares y en su entorno, les ayuda a mantenerse en la comunidad, a reducir la sobrecarga familiar y evitar el aislamiento, así como evitar su hospitalización y su abandono en centros manicomiales (los llamados CEEM)».