Las listas de espera se han convertido en el gran caballo de batalla para la Conselleria de Sanidad -solo en el Hospital General de Alicante hay 5.000 pacientes esperando ser operados-. Para combatir esta situación Sanidad seguirá recurriendo a las clínicas privadas.
Al inicio del mandato, la consellera Carmen Montón prometió reducir al máximo las derivaciones de pacientes al Plan de Choque y operar todo lo posible con los recursos propios de los hospitales públicos. Sin embargo, en los presupuestos del próximo año el dinero destinado a las clínicas privadas aumenta en seis millones de euros. En total, se destinarán 11 millones en 2018 frente a los 5 millones de este año. De esta forma, la actual Conselleria de Sanidad invierte en este programa destinado a aligerar las listas de espera el mismo dinero que el anterior gobierno del PP.
Desde el departamento de Carmen Montón justifican este aumento de dinero en la necesidad de acercarse al gasto real que a final de año se destina a la privada y «que en años anteriores ha terminado siendo muy superior a lo contemplado inicialmente en los presupuestos», señalan desde Sanidad. En concreto, añaden, en 2015 y 2016 fueron algo más de 11 millones y en 2017 11,5 millones. De esta manera «también se podrán agilizar los pagos a la privada para no incurrir en déficit», según reconocen desde Sanidad.
Por contra, la conselleria reducirá levemente el dinero destinado a pagar a las clínicas privadas por la realización de pruebas diagnósticas y terapéuticas, al pasar de 1 millón de euros este año a 950.000 reservados para el año que viene.
En la provincia de Alicante, el número de pacientes derivados a clínicas privadas con cargo a las cuentas de la Generalitat se ha mantenido casi invariable en el último año, 6.079 frente a los 6.093 del año anterior, según las dos últimas memorias de gestión de la Conselleria de Sanidad.
Los hospitales alicantinos son los que más pacientes envían para ser operados en las clínicas privadas de su entorno, en concreto el 52% de todos los enfermos derivados en el conjunto de la Comunidad Valenciana el año pasado eran de la provincia. Por su tamaño, los hospitales General de Alicante y el de Sant Joan son los centros sanitarios que más uso hacen de este programa, tras remitir en el último año a 1.397 y a 1.831 enfermos respectivamente.
Pese a que el número de derivaciones permanece invariable, la lista de espera para operarse en la pública no da un respiro a Sanidad, especialmente tras el parón del verano. En los últimos tres meses, el tiempo de demora ha aumentado en 16 días, de 107 días de junio a 123 del pasado mes de septiembre, que corresponde al último corte ofrecido por la Conselleria de Sanidad. Con todo hay menos gente esperando que a comienzos de verano, en concreto 3.224 personas menos.
En cuanto al tipo de intervenciones, la operación de varices es la que mayor demora acumula, con casi seis meses y medio de espera (193 días). Le siguen las intervenciones de traumatología,en concreto 147 días para prótesis de cadera, 156 para prótesis de rodilla y 160 para artroscopias.
En otras patologías la espera es de 103 días para cataratas, 96 para hernias inguinales, 193 para varices, 103 para extirpaciones de la vesícula biliar,158 para los juanetes, 109 para adenoamigdalectomía, 100 para hipertrofias benignas de próstata, 102 el quiste pilonidal, 129 en el caso de la fimosis y 113 para el túnel carpiano.
Para tratar de paliar el aumento de la lista de espera, la Conselleria de Sanidad decidió hace unas semanas empezar a abrir quirófanos los sábados, para lo que invertirá este trimestre 1,5 millones de euros.
