Con el panorama que se dibujó ayer en la reunión de la ejecutiva del PSPV sólo parece quedar una salida: esperar que la situación del gobierno municipal de Alicante se continúe deteriorando día a día pendientes de que se produzca una resolución judicial que determine el camino a seguir por el alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri. Dirigentes socialistas, sin embargo, creen que la marcha de Guanyar del gobierno municipal, una decisión que se puede materializar en las próximas horas, puede suponer una presión añadida para forzar a la dirección del PSPV a tomar ya de una vez por todas las riendas de la crisis y buscar una solución para desencallar una crisis enquistada.
Cargos socialistas entienden que la situación es insostenible y apuntan que la marcha de Guanyar unida a la que ya se produjo de Compromís puede servir de detonante para provocar una resolución que, sin embargo, el sector afín a Ángel Franco, al frente de la agrupación de Alicante, rechaza de plan. Quieren mantener al alcalde hasta que se resuelva la apertura de juicio oral en la investigación por el supuesto fraccionamiento de contratos en la concejalía de Comercio. Al menos eso han trasladado a la dirección del PSPV y también a la futura cúpula provincial. En cualquier caso, la incomodidad en la que se mueve la dirección de los socialistas valencianos con este asunto es clara y manifiesta. Ayer mismo, de hecho, el comunicado oficial que se lanzó desde los socialistas valencianos sobre el resultado de la reunión no incluía ni una sola referencia a la crisis de Alicante, el consistorio de más población de la Comunidad con alcalde del PSPV. Y tampoco en la comparecencia que ofreció el propio presidente Puig después de la reunión de la cúpula socialista hubo alusiones al asunto. Sólo hubo referencias, de forma oficial, a la batalla política por la manifestación a favor de la financiación.
