El alcalde de Alicante, el socialista Gabriel Echávarri, ha fijado para el día 30 de noviembre el debate sobre la gobernabilidad de la ciudad que solicitó la semana pasada el grupo popular. Esta sesión comenzará una vez que se haya terminado el Pleno ordinario del mes de noviembre, lo que anticipa una maratoniana jornada en el Ayuntamiento ya que se suelen alargar varias horas.

El portavoz municipal del PP, Luis Barcala, solicitó el pasado jueves ante la Secretaría General del Ayuntamiento la convocatoria de un pleno extraordinario en un plazo máximo de 25 días desde entonces para abordar «la crisis de gobernabilidad de Alicante». Barcala explicó que su grupo hace uso de la prerrogativa del reglamento que les da capacidad para convocar un Pleno al tener más de una cuarta parte de las actas, ocho ediles en una Corporación de 29.

Ese debate que pidió el PP será también el día 30, tal y como confirmaron fuentes de Alcaldía, que justificaron la coincidencia con el Pleno ordinario «por eficiencia de recursos. Se aprovecha el tiempo. Se hace todo en un día, se cumple con la petición del PP y luego se vuelve al trabajo diario para solucionar los temas que preocupan a los ciudadanos».

Sin embargo, la noticia de la coincidencia de ambas sesiones no cayó demasiado bien entre los populares. «El asunto es de suficiente importancia como para no querer tapar un Pleno con el otro por intereses políticos. Al final lo que está buscando Echávarri es salvaguardar su imagen con fines partidistas, por encima de los intereses de la ciudad. Se ven claras sus intenciones; quiere tapar el pleno extraordinario al juntarlo con el ordinario», indicaron fuentes del grupo popular.

El PP comprobó si podía solicitar el cambio de fecha pero «es potestad del alcalde. Queremos que sea otro día, pero sabemos que lo hace con una intención clara, que es tapar sus vergüenzas con dos Plenos el mismo día. Dudamos de que el talante que no ha mostrado en dos años y medio de gobierno lo vaya a mostrar ahora».