El Colegio de Médicos acoge hoy la décima edición del Curso de Padres con Hijos Adolescentes. Una jornada que dedica especial atención a las tecnologías. ¿Qué influencia están teniendo móviles, ordenadores y tablets en los jóvenes?

Mucha. El panorama ha cambiado drásticamente desde la década de los 90. La edad de acceso a internet va bajando cada vez más y ahora se sitúa en 9 años. Uno de los regalos de la primera comunión es un móvil. Se ha convertido en una costumbre social sin que se le dé la importancia que merece.

¿Y qué pueden hacer los padres?

Ante todo necesitan formarse para poder acompañar a sus hijos en el momento en que comiencen a meterse en el mundo de internet. Porque a fin de cuentas debemos confiar en ellos. Por más obstáculos que les pongamos y filtros, si quieren meterse en la red, lo van a hacer. Los padres me preguntan mucho a qué edad comprarles un móvil y yo les contesto que lo antes posible, si está bien hecho. No basta con darles un aparato y ya está. Esto es como aprender a montar en bici, primero van con los ruedines, luego se los quitas y al final les dejas que vayan con sus amigos.

Sorprende que se den tantos casos de violencia machista entre jóvenes que a priori han sido educados en una sociedad más igualitaria que la de sus abuelos. ¿Qué explicación le da a esto?

Es un tema de educación y de respeto hacia el otro. Hemos enseñado a los jóvenes a odiar al otro. Se ve en muchas facetas de la vida, desde el fútbol a los recientes acontecimientos de Cataluña. Y este problema afecta a chicos y chicas. Lo que ocurre es que los chicos ejercen luego ese odio sobre las mujeres.

¿Cómo se aborda el tema del alcohol y el tabaco con un adolescente? ¿Tolerancia cero?

Es un tema difícil de abordar, sobre todo el del alcohol porque en nuestra cultura está muy presente. En las casas, por ejemplo, es habitual comer con una copa de vino. Pero todo tiene que ser en su justa medida. Creo que es importante no pasarse de los límites delante de nuestros hijos. Porque muchas veces el problema es que se bebe de manera abusiva y también aquí hay que educarles. Si tu hijo sale y sabes que va a beber, debes aconsejarle bien sobre las consecuencias de hacerlo de manera abusiva y de lo que puede ocurrir con un coma etílico. Con el adolescente hay que negociar de manera continua. También en esto. A veces no se trata tanto de acordar la hora a la que van a llegar sino en las condiciones en las que lo van a hacer.

En la jornada de hoy también se va a abordar el tema de la identidad sexual en la adolescencia. ¿Lo tienen ya claro a estas edades?

Sí que lo tienen claro. La transexualidad suele venir de mucho antes. La orientación sexual se puede definir antes, después o en la misma pubertad. Esto no quita, que casi todos los jóvenes atraviesan una etapa en la que sienten más afinidad hacia las personas de su mismo sexo, pero eso no debe confundirse con la homosexualidad. Lo importante es que no se oculte, sino se sufre mucho.

¿A los padres les cuesta mucho afrontar que su hijo es homosexual o transexual?

Les cuesta muchísimo y el papel de los padres aquí es esencial porque si los padres no acompañan a sus hijos en esto, la sociedad tampoco lo hará.

¿Cuáles son las claves para educar y saber llevar a un adolescente?

Lo primero es darles mucho cariño, porque son nuestros niños. Después la paciencia. Y tener en cuenta que tú no eres su colega, no puedes hablar a tu hijo al mismo nivel. Si quieres hablar con tu hijo y ves que en ese momento no está por la labor, déjalo para más tarde. Lo que no puedes hacer es chillar ni hablarle en los mismos términos que él lo hace. Ten madurez y déjalo. Y por último la confianza. Si no lo educas para poder confiar en él, mal vas, tendrás miedo y desconfianza.

¿Es muy complicado competir con la influencia que ejerce a esta edad el grupo de amigos?

Pero los padres son más importantes que los colegas, porque los amigos están fuera y hay muchos. Los padres son únicos. Nunca puedes convertirte en el colega de tu hijo. El trabajo de los padres es poner límites y consecuencias a esos límites. Los adolescentes necesitan de personas que sean firmes y tiernas, y ese es el papel de los padres.