Una casa única vinculada emocionalmente con el dueño, a un precio asequible y que un programa informático va diseñando mientras el cliente conversa con el arquitecto. Este es el sistema que ha patentado el estudio de Antonio Maciá y que supone un nuevo concepto en el papel del profesional valiéndose de las nuevas tecnologías.
Este paso más en incorporar las últimas herramientas digitales a la construcción ha propiciado otro proyecto que se registrará también como patente y que consiste en la incorporación de puertas inteligentes con sensores y pantalla táctil en las puertas de la cocina.
«No se trata de una vivienda a la carta, es un paso más al que llamamos arquitectura de identidad», indica Maciá, que además dirige el grado de Arquitectura en la Universidad de Alicante (UA). «Lo que hemos hecho es desarrollar un programa informático que traduce a geometría la conversación que tenemos con el cliente mediante una serie de algoritmos», explica. Durante esa conversación con la persona que quiere hacerse una casa, que se puede prolongar por aproximadamente dos horas, el cliente va comentando sus preferencias y aficiones, así como fechas importantes en su biografía. Estos números se trasladan mediante un patrón al programa informático. «En realidad de los números sale una nube de puntos en la matriz y utiliza el patrón de Voronoi, que son unas celdas similares a las células, cuya forma se va alterando en función de esos números», precisa Maciá. Las celdas, que son las futuras estancias, se agrandan o achican según los números introducidos y se genera una forma libre y orgánica que al final puede resultar circular o alargada pero siempre diferente. Otra curiosidad de este proceso es que a medida que se van introduciendo los parámetros el diseño se va generando en el momento, de manera que el cliente se lleva su casa en 3D cuando sale por la puerta del estudio.
Este sistema abarata los costes sensiblemente. «Queremos romper con la idea de que una arquitectura diferente y que sorprenda es necesariamente cara», reflexiona este experto. Y puede emplearse en casas exentas -ya hay una casi terminada en Polop y otra en proyecto en Elche- o para levantar un edificio en el que cada planta sería diferente y adaptada a su morador como se proyecta en Torrevieja.
Al final lo que marcará el precio serán los materiales y revestimientos que pueden elegirse más baratos o más caros.
Como las celdas de estas «membranas» son predominantemente curvas, el propio sistema pasa tres filtros para asegurar que el mobiliario tipo camas o armarios puede ser colocado en las rectas de cada habitación. Los profesionales tardaron un año en desarrollar el programa.
El arquitecto experto en tecnología que ha colaborado en este proyecto con Maciá, Salvador Serrano, destaca que «la inclusión de las herramientas digitales en el diseño arquitectónico y pasar del plano al ordenador han propiciado que se vayan creando más herramientas nuevas como en este caso los algoritmos del programa informático que cambian por completo el rol del arquitecto».
En esta nueva era serán los programas personalizados los que generen el resultado final sin necesidad de plasmar la idea en un papel ni trazar una sola línea con el rotulador. «Se trata de profundizar en la arquitectura paramétrica», concluye Serrano.
