«Tengo más miedo al efecto negativo del alojamiento sumergido que al Brexit o a que Túnez y Turquía hayan vuelto al mercado». El presidente de la Asociación Empresarial de Hostelería de Benidorm, Costa Blanca y la Comunidad Valenciana, Hosbec, Toni Mayor, alertó ayer en el Foro Club INFORMACIÓN-UA-Bankia, que el extraordinario crecimiento de la planta de alojamiento no reglado, unido a la posibilidad de que se cree una nueva tasa son ahora mismo los grandes nubarrones negros que se ciernen sobre un sector que, oficialmente, representa un 15% del PIB de la Comunidad Valenciana y un 13% del empleo, pero que «si se hundiera el turismo veríamos que representa mucho más». Toni Mayor, presidente de Hosbec (240 empresas y 75.000 plazas de alojamiento), protagonizó una nueva jornada del ciclo de desayunos que el Foro Club INFORMACION organiza junto a la Universidad de Alicante y Bankia en el restaurante El Maestral. La conferencia de Mayor, «El Estado, las ciudades y el turismo», concentró en Alicante a los principales actores del sector turístico y a las cúpulas empresariales de la provincia de Alicante y de la Comunidad Valenciana, a las que el hotelero benidormí también lanzó su particular mensaje al pedir, en general, que «hay que creerse más lo autonómico».

«Al turismo nunca se le ha tomado como un sector estratégico, que lo es, e, insisto, si dejaran de venir turistas, el PIB caería mucho más de lo que dicen los datos oficiales. Por no tener, en las comarcas de las Marinas no es que no tengamos un AVE, y eso que el censo supera las 500.000 personas, más población que Castellón, es que se habla mucho del tren de la Costa, pero nunca llega, con lo necesario que sería un tren entre San Vicente y Dénia», subrayó Toni Mayor.

Precisamente, la falta de una financiación justa para los municipios turísticos absorbió una parte importante del hilo argumental del presidente de Hosbec para exigir mayor atención de la Administración al turismo. Mayor anunció que los hoteleros irán a la manifestación del 18 de noviembre en València para reclamar mayor financiación al Estado. «La financiación del sector es un desastre. Cada año entra menos dinero en caja y me parece una injusticia», aseveró Mayor, que puso como ejemplo que en el presupuesto del Ayuntamiento de Benidorm tan solo se consignen del Estado 14 millones de euros, cantidad que hay empresas de la ciudad que ya la pagan en impuestos. En ciudades como València o Sevilla el Estado pone más del 30% en relación con lo que ingresa de su actividad. En Benidorm no supera el 15%. Una injusticia». Mayor recordó, en este sentido, que de esa falta de apoyo ha surgido en España el "G-8" turístico. Un grupo de ocho municipios encabezados por Benidorm y en el que figuran, entre otros, Torremolinos, Adeje y Salou, que unen esfuerzos para exigir mayor visibilidad ante el Estado.

No podía faltar en la disertación del presidente de Hosbec la alusión a una de las polémicas del momento. La pugna, de momento dialéctica, que los hoteleros mantienen con el Consell ante la posibilidad que se cree una tasa que grave el alojamiento. «No es el momento para aplicar una tasa en la Comunidad Valenciana. Esa es nuestra principal razón para la turismofobia, lo mismo que el alojamiento sumergido. Es ahí donde debe incidir la Administración. El secretario autonómico de Turismo lo ha entendido desde el primer momento. Colomer es un claro ejemplo de cómo la política se debe separar del turismo. Es el primer político que nos ha entendido desde el principio. Sería un gran ejecutivo del sector».

Mayor rechazó que el ejemplo de la tasa en Barcelona sea aplicable en la Comunidad Valenciana y mucho menos en la Costa Blanca y Benidorm. «En Barcelona llegó en un momento en el que Spanair les había costado 150 millones de euros y había un consenso general en el que había que cobrar tasa a los cruceros porque son paraísos fiscales flotantes. No es nuestro caso. Tampoco voy a decir que la tasa turística sea el fin del mundo, pero no es el momento».

Y junto a la inconveniente tasa turística, los hoteleros y los empresarios de apartamentos reglados afrontan el presente con la competencia que supone este tipo de alojamiento que, según subrayó Mayor, se lleva gran parte de los turistas que llegan a la Costa Blanca por el aeropuerto. «A mí me da ahora más miedo que el Brexit,que dicho sea de paso no se ha notado en absoluto, y el despertar de Túnez, Turquía o el gran posicionamiento de Grecia. Ese es nuestro problema grave y lo hemos notado, sobre todo, en el cliente nacional, que se va a los apartamentos», señaló el presidente de los hoteleros quien, no obstante, quiso dejar claro que no van contra el turismo residencial. «Para nada. Yo mismo lo viví en directo en Benidorm en los años 60 cuando había familias que alquilaban a los madrileños su piso durante el verano y se iban a vivir la huerta. Las viviendas que se alquilan tienen que cumplir como lo hacen los hoteles».

Mayor no evitó ningún tema y sus mensajes no se quedaron tan sólo en dardos a la Administración. «Necesitamos fondos y financiación y también es cierto que aquí debe arrimar el hombro todo el mundo, todos los que se benefician del negocio que representa Benidorm. Restaurantes, supermercados, grandes superficies, comercios... que se benefician de los turistas alojados en los hoteles. Ahora, solo los hoteleros nos gastamos 500.000 euros al año en promoción. El resto del sector ni un euro. Deben aportar los negocios locales y los de la comarca».

Otro de los temas que quita el sueño a Toni Mayor es el avance de la sequía. No en vano, la falta de agua fue una de las causas que provocaron la salida del turismo alemán de Benidorm en los años 70. Hoy, afortunadamente, se ha solucionado gracias a que la ciudad tenga garantizado, de momento, el suministro de agua. «En el tema de la sequía la Administración hace muy poco. Se cargaron el trasvase del Ebro y ya no se hizo nada. Estoy completamente de acuerdo con la propuesta de interconectar todas las cuencas, los ríos Duero, Ebro,Tajo y Segura. El turismo también debe movilizarse, por supuesto, pero no sólo el turismo. Toda la sociedad».

Y del agua a las infraestructuras. Mayor demostró tener una visión particular en el debate abierto sobre el rescate de la concesión de la autopista AP-7. «Durante los últimos 40 años ha sido la gran vía por la que nos han llegado los turistas y, particularmente, pienso que debe seguir siendo así, pagando. Sería muy malo para Benidorm que la autopista se convirtiera en una prolongación de la autovía A-7 y se llenara de tráfico pesado. Necesitamos también mejorar la N-332 con desdoblamientos en las ciudades como se hizo en Benidorm, que el tren conecte con el aeropuerto y que se mejore la circunvalación de Alicante con otro by-pass. Además del tren de la costa, por supuesto».