El Ministerio de Defensa sostiene que la crítica del excomandante naval de Alicante José Ramón Vallespín a los "rojos locales" pertenece al ámbito "de su exclusiva esfera privada" y por tanto "en ningún caso reflejan postura oficial alguna". Desde el organismo estatal argumentan que los comentarios realizados a través de una cuenta de correo electrónico, como en este caso, tienen un carácter privado, en alusión al escrito enviado por Vallespín a varios de sus contactos cuando todavía era comandante naval, atacando con dureza al equipo de gobierno por la retirada del puerto de la réplica del barco Santísima Trinidad.

Ésta es la respuesta que Defensa ha dado al diputado de Compromís en el Congreso por Alicante Ignasi Candela, y que de la que se ha hecho este domingo eco Europa Press, a la pregunta realizada al Gobierno tras la polémica que siguió a la revelación de las controvertidas palabras de Vallespín por parte de INFORMACIÓN. El parlamentario pretendía de esta forma conocer la opinión del Ejecutivo sobre estas afirmaciones y cómo afectan al deber de neutralidad política y pública en relación con la actuación de partidos políticos para los miembros de las Fuerzas Armadas.

Según el texto de la respuesta, el texto al que hace referencia Candela y que reprodujo este periódico es "un correo electrónico enviado por dicha persona desde su cuenta particular, por lo que las expresiones y opiniones contenidas en el mismo, pertenecientes al ámbito de su exclusiva esfera privada, en ningún caso reflejan postura oficial alguna". El Ministerio precisa también que Vallespín fue relevado como comandante naval de Alicante el 12 de julio, sólo unos días después de desatarse la polémica.

En su mensaje, Vallespín censuraba que "aprovechando un momento de debilidad", la ciudad de Alicante había "dado un paso de gigante en la expulsión de su puerto de un barco de la Armada (...) con la complicidad de las autoridades nacionales y la pasividad de la propia Armada". El entonces comandante naval afirmó que los "rojos locales" pretendían que la zona del puerto donde estaba el Santísima Trinidad fuera "un símbolo de republicanismo". Desde el equipo de gobierno mostraron entonces un rechazo absoluto a estas palabras, al considerarlas una salida de tono fuera de lugar, y recordaron que el Santísima Trinidad se había retirado por razones de seguridad. Por su parte, Vallespín presentó sus "excusas" por si alguna persona se hubiera sentido ofendida, aun recordando que había manifestado esas palabras a un círculo privado y a través del correo electrónico.