El Sabadell ha llegado a Alicante para quedarse. Al menos ése es el mensaje que envió ayer el presidente de la entidad, Josep Oliu, quien aseguró que la decisión de trasladar el domicilio social y fiscal del banco hasta la capital de la provincia había sido «muy meditada» y que no tiene «fecha de caducidad», en línea con lo que sólo unos días antes había asegurado también el máximo responsable de CaixaBank, Jordi Gual, en este caso, sobre su traslado a València.

Y es que, como demostraron ayer las continuas convocatorias y desconvocatorias protagonizadas por el presidente catalán, Carles Puigdemont, la situación en la comunidad vecina está lejos de normalizarse definitivamente y las entidades catalanas no quieren correr ningún riesgo que pueda amenazar su estabilidad, como ocurrió hace unas semanas, cuando el temor de los inversores hundió su cotización y los clientes empezaron a retirar depósitos.

No obstante, como apuntó Oliu, marcharse de Cataluña tampoco ha sido plato de buen gusto para los dirigentes del banco. «Es una decisión muy pensada, muy meditada. Llevábamos tiempo sabiendo que, si se producían determinadas circunstancias, tendríamos que dar este paso y habíamos avisado de ello», señaló el ejecutivo.

El presidente del Sabadell se desplazó ayer hasta Alicante para participar en el primer consejo de administración que el banco celebraba en la ciudad, tras el traslado de su domicilio social. Una reunión que arrancó a las once de la mañana y que se prolongó hasta bien entrada la tarde, con un receso para el almuerzo, al que asistió el presidente de la Generalitat, Ximo Puig.

Fue durante este descanso cuando Oliu compareció ante los medios -por la mañana había logrado esquivar a los periodistas al llegar a la antigua sede de la CAM a las ocho y entrar por el garaje-, para realizar una declaración institucional, junto al president Puig, y recordar los motivos que llevaron a elegir Alicante como su nueva casa.

Tras calificar como «histórica» la jornada, el banquero aseguró que no tuvieron «muchas dudas» cuando, finalmente, optaron por sacar su sede de Cataluña y analizaron las distintas opciones que tenían sobre la mesa, entre las que también estaba la posibilidad de llevarse el domicilio del banco a Madrid o, incluso, a Oviedo.

«Alicante fue la escogida por varias razones pero quizá la más importante es que la Comunidad Valenciana es la segunda donde más personal tiene el banco. Son casi 2.500 personas, de los que más de mil -unos 1.400- están en cosas relacionadas con servicios corporativos. Aquí tenemos Solvia, el centro de proceso de datos y un conjunto importante de elementos», relató.

El segundo motivo de peso que esgrimió fue que Alicante es la provincia española donde el banco tiene una mayor cuota de mercado: un 26,59%. «En ninguna otra provincia catalana ni siquiera Asturias, donde somos el primer banco, tenemos la cuota de mercado que tenemos aquí», recalcó el presidente del Sabadell. «Por tanto, tanto por la presencia ya existente de servicios corporativos, como por la penetración y la cuota de mercado decidimos venir a Alicante», aseguró, mirando al presidente Puig, que escuchaba su intervención.

A preguntas de este diario sobre si el traslado iba a ser temporal, el banquero señaló que «cuando se da un paso de éstos es indefinido, no tiene caducidad», dejando claro que en el horizonte no está volver a Sabadell, donde la entidad nació en 1881, como él mismo se encargó de recordar.

Una larga jornada

La presencia del consejo del Sabadell alteró ayer la rutina en el emblemático edificio del número 37 de la avenida de Óscar Esplá en Alicante, ocupado actualmente en su mayoría por los trabajadores de Solvia y por la consultora Everis, que realiza diversas tareas administrativas para el banco. La jornada de reuniones arrancó a las nueve de la mañana, cuando se celebró la comisión de nombramientos, a la que siguió la de retribuciones. No fue hasta las once cuando arrancó el consejo propiamente dicho, en el que se aprobaron las cuentas del tercer trimestre de la entidad. Durante el almuerzo, además de la visita de Ximo Puig, los consejeros del Sabadell también estuvieron acompañados por el presidente de Porcelanosa, Héctor Colonques, que formaba parte del mismo hasta hace solo unos meses.