El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, agradeció ayer al máximo responsable del Sabadell, Josep Oliu, su decisión de elegir Alicante y la Comunidad Valenciana como su nuevo domicilio social, una decisión que consideró un «aval» para la autonomía. Puig se expresó de esta manera minutos antes de participar en un almuerzo con el consejo de administración de la entidad, en una comparecencia pública en la que, eso sí, también lamentó las circunstancias en la que se produce el cambio de domicilio de la entidad, en referencia a la situación en Cataluña.

El jefe del Consell aseguró que la Comunidad Valenciana es, hoy en día, una autonomía donde hay «estabilidad, honradez y diálogo» y expresó su deseo de ser también «un escenario confortable para el Banco Sabadell, donde pueda trabajar, como ya venía haciendo, y donde pueda tener las mejores garantías para desarrollar su negocio y su actividad». En la misma línea, Puig se mostró convencido de que la elección de Alicante como sede social contribuirá a «intensificar» las relaciones del banco con las empresas y los ciudadanos de la demarcación, lo que «va a ser extraordinariamente positivo para todos».

El traslado de las sedes sociales del Sabadell y Caixabank a Alicante y València, respectivamente, ha convertido a la Comunidad en la mayor plaza financiera del país ya que, además de éstas, también Bankia tiene su sede social en la autonomía. O, lo que es lo mismo, que la Comunidad alberga en estos momentos tres de las cinco primeras entidades españolas. En su día, la autonomía fue la sede de la tercera y la cuarta cajas de ahorros del país -Bancaja y CAM- hoy desaparecidas.