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Echávarri, reprobado

El pleno reprueba a Echávarri mientras el PSOE apremia a Guanyar a dejar ya el gobierno local

El socialista Giménez invita a su todavía socio a salir de inmediato del tripartito, tras acusarle de «ensombrecer» la gestión y de dejación de funciones

El vicealcalde y portavoz de Guanyar, Miguel Ángel Pavón, se tapa la boca, mientras el alcalde, el socialista Gabriel Echávarri, sonríe, ayer en el pleno del mes de octubre. jose navarro

Apenas cinco horas después de firmar públicamente el nuevo acuerdo de refundación del gobierno local de Alicante con su socio preferente, Compromís, el PSOE sacó el armamento pesado para atacar, como nunca había hecho hasta ahora en un pleno municipal, a su todavía otro socio, Guanyar. No fue el alcalde, como se podría incluso esperar, sino un concejal que hasta ahora no había elevado el tono delante de un micrófono, Carlos Giménez: «Le pido lealtad política e institucional. Asuma sus competencias, haga el Plan General y limpie las ciudad, que los ciudadanos se lo agradecerán. Y si no es capaz de asumirlo, le pido que deje de aplazar su decisión de marcharse y hágalo público hoy mismo, en este pleno, para que mañana la ciudadanía pueda ver la luz en la gestión de este Ayuntamiento que usted está ensombreciendo. No espere al día 15, hágalo hoy mismo».

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La frase, inesperada por estar en posesión de la palabra un concejal de semblante tranquilo como Giménez, pilló por sorpresa a Pavón, que aprovechó la oportunidad para pedir, una vez más, la dimisión del alcalde, investigado por un juzgado y por la Fiscalía por sendos casos. Pero Giménez, en el turno de réplica, continuó a lo suyo, siendo el nuevo azote público de un todavía socio al que, apenas unas horas antes, habían invitado, aunque con la boca pequeña y con el ánimo de que la propuesta caiga finalmente en saco roto, a sumarse al nuevo pacto de refundación suscrito por PSOE y Compromís. «Ya está bien, señor Pavón. Va a terminar el mandato y la ciudad seguirá sucia porque no ha hecho su trabajo y sin su Plan General. Ésa es su oferta: paralizar la ciudad. ¡Cuánta aportación!», señaló el socialista, en un ambiente que se tensionó aún más cuando Giménez concluyó su intervención dirigiéndose al resto de concejales de Guanyar, en relación a su portavoz, Miguel Ángel Pavón: «Respeto el trabajo de sus compañeros. Y les digo: ¡Dejad de tenerle miedo! Os emplazo a que, ya que él no quiere irse, procedáis a relevar a vuestro portavoz. No conforme con obstaculizar la ciudad, ahora quiere paralizar el Ayuntamiento. Para eso, mejor quedarse en casa».

Pero la exhibida tensión interna en el todavía tripartito de Alicante, tuvo ayer más episodios, además de estar siempre sobrevolando la mayoría de los puntos que se trataron en el pleno, tuvieran más o menos relación con la gestión del gobierno municipal.

Cascada de críticas

Para el otro momento clave de la tarde hubo que esperar hasta las declaraciones institucionales. En concreto, a que Ciudadanos pidiera, y lograra finalmente, la reprobación del alcalde de Alicante, el socialista Gabriel Echávarri, en base al «caos» y por «dejación de funciones». Lo cierto es que, más allá de los argumentos esgrimidos por la formación naranja, el debate giró en torno a la responsabilidad del alcalde en la crisis del equipo de gobierno y a sus problemas judiciales, ya que a día de hoy está investigado por una juez por el presunto fraccionamiento de contratos y por Fiscalía por posible prevaricación derivada del despido de la cuñada del portavoz municipal del PP, Luis Barcala.

En ese punto, el líder local de Compromís, Natxo Bellido, aprovechó para pasarle factura, a su manera, con voz templada, al PSOE por las palabras que el edil Giménez había dedicado a Guanyar, invitándoles incluso a salir ya del tripartito. «El equipo de gobierno está en un proceso complicado , con intentos de reconducir las cosas. A Compromís hay muchas cosas que no nos gustan dentro del funcionamiento del gobierno, incluso cosas que han pasado esta tarde en este pleno», evidenció el líder local de la coalición.

Con todo, esa intervención de Bellido, con más fondo que apariencia al producirse apenas unas horas después de firmar a dos bandas un acuerdo de refundación basado en nuevas formas para evitar el ruido en torno al gobierno, fue lo más amable que escuchó Echávarri durante el debate que terminó con su reprobación, gracias a los votos a favor de los grupos de la oposición y la decisiva abstención de Guanyar, su todavía socio de gobierno.

Pavón, de hecho, admitió que el alcalde merecía esa reprobación del pleno, aunque su grupo optó por una calculada y suficiente abstención. El líder de Guanyar acusó al alcalde de «ningunear a sus socios», de «despreciar» a colectivos, de ser «incapaz» de alcanzar pactos, de no ser «popular» entre el tejido asociativo, de dejar en «papel mojado» el pacto de gobierno firmado tras las pasadas elecciones y de «agarrarse al sillón», incluso de «garrapatear», en alusión a la expresión que Echávarri dedicó a la ahora tránsfuga Belmonte cuando se negó a entregar el acta tras ser expulsada de Guanyar y del equipo de gobierno. Y no sólo eso, sino que Pavón advirtió a Echávarri de que su formación propondrá una nueva reprobación en el próximo pleno, ya desde la oposición, si no dimite antes del 15 de noviembre.

Tras la retahíla de reproches de Pavón, llegó el turno del portavoz del PP, que además buscó el mensaje directo, el titular: «Señor Echávarri, es usted el peor alcalde que ha tenido esta ciudad». Aunque el popular no se quedó ahí, también le acusó de estar «sobrado de soberbia», de ser «desleal», de no tener «talla política», de ser un «abusón de discoteca» y de «no tener arreglo». En definitiva, «de ser el principal problema de la ciudad», para acabar con un mensaje compartido: «Puede seguir huyendo hacia ninguna parte con Compromís de copiloto».

Echávarri, que ayer optó por un perfil bajo, sin altisonancias y con bromas sólo con cuentagotas, sí quiso responder a Barcala, al que todos miran como posible alcalde si hubiera cambio de dueño de la vara de mando: «No hay nada más ético que intentar que la Alcaldía no recaiga en sus manos».

El resumen global de las seis horas de sesión, por su parte, corrió a cargo del popular José Ramón González: «¡Vaya pleno!».

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