Accidentes y niños son dos palabras que van unidas. La edad de mayor riesgo "es entre los 12 meses y los tres años, que es cuando los niños empiezan a tener mayor autonomía", Antonio Redondo, pediatra del Hospital Vithas Medimar Internacional, quien días atrás dio una charla a los padres para prevenir este tipo de incidentes en casa y en la calle.

El 40% de los accidentes con niños están relacionados con caídas, el 20% con quemaduras y el 10% con envenenamientos. Para prevenir las caídas, según aconseja Redondo a los padres, "es conveniente proteger las ventanas de manera que los pequeños no tengan acceso a las mismas, colocando por ejemplo macetas delante. Las escaleras también deben ser bloqueadas para impedir que los niños suban por ellas".

Ante un golpe en la cabeza, hay que observar al menor y acudir a Urgencias "si el niño pierde el conocimiento o si después del golpe se encuentra adormilado. Allí harán las pruebas necesarias para descartar que tenga un hematoma". En caso de que debido al golpe se produzca una hemorragia de nariz, "hay que echarle la cabeza hacia delante mientras se le presiona la nariz". Los elementos decorativos de cristal "mejor evitarlos para que no se puedan cortar con ellos".

Los atragantamientos también son habituales a estas edades, por lo que Redondo recuerda la recomendación de la Asociación Española de Pediatría "de no dar frutos secos a los niños menores de 5 años" y de no usar almohada antes de los dos "por el peligro de asfixia". Tampoco hay que dejarles jugar con bolsas de plástico. En caso de que el niño ingiera un cuerpo extraño, "no debemos intentar sacarlo si no tenemos claro que lo podamos conseguir, ya que podemos agravar el problema". Lo más conveniente es realizar la maniobra de heimlich, que varía entre la que se aplica a los bebés y a los niños mayores de un año.

Para evitar quemaduras, Antonio Redondo aconseja proteger los enchufes y vigilar que los menores no accionen los interruptores de la luz "con las manos mojadas". Los mangos de las sartenes y cazos siempre deben estar hacia dentro, y "es conveniente llevar cuidado con los hornos situados a baja altura por el peligro de que el niño se acerque y se queme". Si se produce una quemadura, "no aplicar cremas, sólo hay que lavar la zona con agua tibia o suero, poner un apósito limpio y llevar al niño a Urgencias".