Los agricultores de la provincia de Alicante "rezan al cielo" para que el anunciado frente de lluvias de las próximas horas salve la cosecha de hortalizas de invierno y los cítricos.

En un comunicado, el presidente del sindicato agrario ASAJA en Alicante, Eladio Aniorte, ha señalado que las cosechas de la Vega Baja, que representan el 53 por ciento de la superficie cultivada en la provincia, han entrado en situación "de emergencia" por la falta de agua y están en peligro 21.000 hectáreas de cítricos y casi 8.000 de hortícolas.

Tras el cierre del trasvase Tajo-Segura el pasado mayo "y las nulas perspectivas de que se active durante el presente año" al hallarse los embalses de cabecera por debajo del umbral mínimo trasvasable, los agricultores ya no pueden regar y dependen únicamente de que haya precipitaciones durante las próximas semanas que eviten la pérdida de los cultivos y el consiguiente descalabro económico.

La provincia de Alicante padece el tercer año de grave sequía, y hasta el momento los empresarios agrícolas han sobrellevado el verano "gracias a las lluvias que se produjeron en agosto y septiembre, a las reservas de algunos embalses, balsas privadas y a los escasos aportes de pozos de sequía con aguas muy salinizadas".

"Estamos muy preocupados porque tenemos las cosechas plantadas y ahora mismo nos encontramos a merced de la climatología para que salgan adelante. Nuestra única salvación en estos momentos es que empiece a llover en el sureste y que también lo haga en los embalses de cabecera para que se reactive el trasvase cuanto antes", según el sindicalista agrario.

"Nos queda un mes de tiempo para salvar las mandarinas y para que los limones y las naranjas tengan buen calibre para poder venderlos en España y en Europa, donde se encuentran nuestros principales mercados", ha añadido.

Además, si en días la alcachofa, el brócoli, la col, los boniatos, la patata y las lechugas no reciben un riego habrá que "tirarlas a la basura, lo que va a suponer un quebranto económico muy fuerte", ha advertido Aniorte.