El único colegio público de Villafranqueza, Juan Bautista Llorca, tiene instalado desde ayer un barracón en el patio para poder organizar el servicio de comedor para el centenar de alumnos que está previsto que lo utilicen a partir de la semana que viene.

Serios problemas en las viviendas de maestros anexas al colegio, donde hasta el cuso pasado estaba ubicado el comedor escolar, llevaron en septiembre a clausurar este espacio y derivar a los niños a la biblioteca del centro.

Entre estanterías de libros, los escolares degustan su menú diario en un espacio que no tiene cabida para más de una veintena de comensales por turno, de ahí que de momento se estén arreglando «con dos turnos e incluso tres corridos» según el día, como explican desde la dirección a preguntas de este diario.

En cualquier caso, el retraso de la adjudicación definitiva de las becas de comedor este año ha contribuido por otra parte a dar un respiro a este colegio, porque no tendrá todos sus potenciales comensales, -el centenar de escolares-, hasta poder disponer del barracón ya instalado.

Hasta entonces, los pocos más de cuarenta niños que se quedan a comer se arreglan con la citada biblioteca que volverá a su ser en cuanto se haga el traslado del comedor a la prefabricada recién instalada.

Tanto desde la Conselleria de Educación como desde el Ayuntamiento de Alicante señalan que la prefabricada es un recurso temporal porque entre las previsiones de nuevos centros que se van a enviar al conseller para arreglar colegios figura la ampliación del Juan Bautista Llorca.

Los planes del Ayuntamiento pasan por derribar este mismo año las viviendas anexas de maestros donde se ubicaba el comedor hasta este año, y ceder el suelo a la conselleria para proceder a proyectar la construcción, ya de obra, tanto de un nuevo comedor escolar como la de un gimnasio que también necesita este colegio.

Enclavado a los pies de la montaña, el colegio no admite ampliación alguna en sus instalaciones originales, de ahí que primero se utilizaran las viviendas anexas y ahora, tras haber detectado los técnicos de la Concejalía de Infraestructuras el grave deterioro de la estructura que albergaba el comedor, se haya acabado por instalar un barracón en el patio.

Apuntalado

En realidad el deterioro del antiguo comedor viene de largo porque en el mes de febrero se apuntalaron sus instalaciones en las viviendas de maestros. La determinación de la edil de Infraestructuras, Gloria Vara, a la vista del informe que redactaron los técnicos municipales, convenció finalmente a los responsables de la dirección territorial de Educación sobre a necesidad de buscar otra ubicación.

El colegio tiene previsto «vestir» la prefabricada para el servicio de comedor a lo largo de esta semana y proceder al traslado definitivo de los alumnos el lunes próximo para estrenarlo.

El compromiso de los responsables políticos de derruir las viviendas anexas y construir de nueva planta el nuevo comedor palia en algún modo el trastorno de verse obligados, al menos durante este curso, a comer a diario en el interior de una prefabricada.