Las grandes constructoras y concesionarias de autopistas del país abogan por la existencia de peajes en los casi 250 kilómetros de autovías que hay en la provincia de Alicante, como en los cerca de 14.000 del conjunto del país. La patronal de estas empresas, Seopan, ha instado al Gobierno a abordar «sin más demora» el cobro de tarifas por el uso de las vías que hasta el momento son gratuitas, alegando que de esa forma se contribuiría al mantenimiento de la red de carreteras. Además, al organización cree que con ello se compensaría el mayor esfuerzo inversor por parte de la administración que requerirá la nacionalización de varias autopistas de toda España, cuyas concesiones caducan entre 2018 y 2020.

La idea fue lanzada hace unos días en el Congreso por el presidente de Seopan, Julián Núñez. Según recogió Europa Press, el responsable señaló que la organización ha encargado un estudio detallado sobre la implantación de esta medida y el impacto que tendría. No obstante, indicó que la tarifa que a priori proponen sería de unos 10 céntimos por kilómetro, calculando que sería suficiente para generar los ingresos públicos que consideran necesarios. En este sentido, Núñez sostuvo que eso es «menos de la mitad de lo que los camiones pagan hoy en las autopistas».

Llevado esto a la práctica, en el caso de la provincia de Alicante supondría el cobro de un peaje de en torno a 2 euros para un trayecto entre la capital y Elche, y de unos 5 para desplazarse hasta Orihuela, Villena o Alcoy. También podría ser aproximadamente ése el coste de ir de Alicante a Benidorm, si al peaje actual de 3,90 euros se le añadiera el paso por los 10 kilómetros de la A-70 entre la capital provincial y la barrera de El Campello. Asimismo, un viaje a València por el interior supondría un desembolso cercano a los 16 euros, que por la costa se incrementaría a 19, los 17 del peaje actual más el paso por los tramos de autovía cercanos a las dos ciudades. También rondaría los 16 euros el viaje hasta Albacete, mientras que ir a Madrid supondría un desembolso superior a los 41. En el caso de Barcelona, un recorrido que en buena parte ya se hace por una vía de peaje, podría pasar de los 53 euros. Cruzar toda la península en coche podría conllevar aún el doble de eso, teniendo en cuenta que entre Alicante y A Coruña hay unos 1.030 kilómetros.

No es la primera vez que las grandes constructoras proponen la implantación de peajes en las autovías. Ya lo hizo en 2012 la Confederación Nacional de la Construcción, mientras que por parte de Seopan ya se aludió de manera expresa a este mismo tema a principios de 2015. La organización insistió en esta cuestión en marzo de este año, asegurando que el cobro de los peajes permitiría no sólo mejorar la inversión en carreteras, sino también en otras políticas públicas como sanidad o pensiones.

Hasta el momento, el Gobierno no ha tomado en consideración estas propuestas, probablemente debido a su elevada impopularidad. Portugal sí cobra desde finales de 2010 en muchas de sus autovías, mediante un sistema de telepeaje, siendo por el momento el único estado europeo que lo hace; hay que tener en cuenta, en este sentido, el grave contexto económico en el que se encontraba entonces el país luso. Desde Seopan insisten en que «no hay nada gratis» y «los impuestos llegan donde llegan». También señalan que el mantenimiento de las infraestructuras se nutre de lo que aportan todos los contribuyentes.