La Policía Portuaria estuvo controlando el acceso al paseo volado que recorre el espigón a casi cinco metros del nivel del mar. En esta ocasión, a diferencia de la jornada del sábado, las dos puertas que permiten acceder por las escaleras permanecieron abiertas para evitar las aglomeraciones, según fuentes policiales. Los agentes realizaban un control especial sobre aquellos transeúntes con bolsos y mochilas.