Chorros de aire que nos mantienen suspendidos. Uno de los puntos que más atracción está teniendo, especialmente entre niños y jóvenes, es el Túnel del Viento. Esta instalación está ubicada en el tramo final del Race Village y en la que los interesados pueden experimentar una sensación muy parecida a volar. Fuertes chorros de aire nos impulsa unos metros y nos mantienen suspendido, como flotando. Eso sí, siempre bajo el atento cuidado de un monitor que no nos suelta.