Jóvenes diseñadores de ropa y calzado de la provincia participaron ayer en un desfile de moda organizado por Patricio Gastón, Elite RGB y AXperience, mostrando la creatividad del calzado y la fuerza del textil alicantino.

Numeroso público disfrutó anoche de una muestra que reunió sobre la pasarela algunos de las diseños más actuales, desde el clasicismo a las nuevas tendencias. Un evento promocional a la moda alicantina que además contó con las aportaciones de reconocidos nombres del sector como Abel Esga, Fernando Aliaga o Débora Velásquez, y que tuvo su colofón con Juan Carlos Pajares y su «SS18». La firma alicantina de calzado Chocolat d'Or mostró sus diseños realizados en exclusiva para esta cita con el Race Village.

Nuevos talentos

Los zapatos de Castellanísimos, así como los de Eva López, creaciones de la diseñadora Zuzana Králová, así como de Atelier d'Or o El Armario de Lulú, son muestra del talento que posee la provincia.

Hannibal Laguna

Con anterioridad, una sala de conferencias llena recibía al diseñador Hannibal Laguna. Feliz por reencontrarse de nuevo con «mi familia, mi tierra, mi mar», empezó desvelando algunos datos biográficos de su niñez, su llegada a Alicante en 1982 con sus padres y hermana, su paso por los Hermanos Maristas y su deseo de estudiar arquitectura.

Pero para este «alicantino de corazón» el destino le tenía reservado un lugar entre los grandes de la moda y le encaminó hacia las telas y diseños que había conocido en su niñez.

Con la firma Bellocotón empezaría su andadura por este sector y pronto encontró un reconocimiento que le seguiría hasta el año 1987 en que nace su firma Hannibal Laguna.

Más de 30 años en este mundo de la moda en los que ha llevado sus colecciones de moda y novias por la mejores pasarelas y ha vestido a reconocidos y famosos nombres de Europa y el mundo.

«Orgulloso de llevar la bandera de Alicante», desde hace 7 años el diseñador promueve la idea de democratizar el lujo y promover el «real cost» en la moda. «No estamos haciendo las cosas bien si se pagan 90 euros por unas gafas, simplemente porque lleven un determinado nombre, o cuando una camiseta cuesta 1 euro. En ningún caso el valor es el real. Debemos estar bien informados antes de comprar», concluye.