Una casa habitable en Marte con tres habitaciones, salón, cocina, baño, gimnasio y jardín. Y con una estructura de hielo. Este es uno de los catorce proyectos presentados ayer en la Escuela Politécnica Superior de la Universidad de Alicante por los futuros arquitectos que plantean proyectos muy alejados de los cánones clásicos y muy diferentes a los que se pueden ver en el resto de escuelas de Arquitectura del país. Quienes expusieron ayer sus maquetas ante el tribunal son los alumnos que ya han aprobado el máster que los habilita para ejercer y poder firmar proyectos y realizaron este último trámite de presentar su trabajo de fin de máster acompañados por sus familiares.

La vivienda en el planeta rojo está diseñada por Alejandra Miralles, que impactó con su maqueta de hielo aerodinámica y futurista. «Empecé a trabajar con tejidos y agua para crear nuevas estructuras, se me ocurrió meter algunos en el congelador y me di cuenta de que las características del material cambiaban de elástico a plástico pero se les podía dar forma», explica. Poco después se topó con el concurso de la NASA para diseñar viviendas en Marte donde tienen previsto enviar una nave en 2025 y se lanzó a estudiar a fondo las condiciones climatológicas de este planeta y los materiales que pudieran resistir a 110 grados bajo cero, vientos de 100 kilómetros por hora y una presión atmosférica tres veces inferior a la terrestre. Así, tras cientos de cálculos y pruebas ha diseñado una estructura similar a un iglú mediante tubos de membrana de este, un material plástico que se hincha al inyectarle agua atado a una estructura de tubos que se queda congelado con la forma deseada y creando una burbuja habitable para personas y plantas. La idea del jardín no sólo es estética sino para producir oxígeno, puntualiza Miralles. Además, todo el proyecto está pensado para que se pueda transportar en una nave con el menor número de piezas posible. Una vez allí se sacaría agua del subsuelo para inyectarla en los tubos evitando su evaporación y crear la estructura. El resto de materiales para montar la vivienda in situ serían acero, membrana de este, agua y regolito marciano. Tras un año de trabajo Miralles mandará su proyecto a la NASA.

Otros trabajos originales son los de una estructura para practicar Aikido, de Eugenia Llopis, y el de paneles inteligentes para regular la luz natural y el sonido en cualquier construcción, de Pedro Nubiolo. Pero también los hay de actuaciones urbanísticas en zonas degradadas de Alemania y de realidad virtual en el edificio de la Tabacalera. Llopis empezó hace tres años a practicar el Aikido, un arte marcial japonés de defensa, y su filosofía de aprender a caer, girarse y volverse a levantar le inspiró. «He trabajado con el centro de gravedad, el peso, la fuerza y la inercia», indica. Ayer, a su estructura de madera, tul y sensores que detectan el movimiento sumó una demostración de esta disciplina en directo. «El proyecto habla de fluir y saber adaptarse al oponente, lo que también es una metáfora de adaptarse a las condiciones económicas que sufre la construcción», afirma. Llopis va a empezar ya a buscar trabajo a la vez que cursa Ingeniería Informática porque «hay que saber programar, es el futuro y quiero especializarme en arquitectura paramétrica».

Por su parte, Nubiola ha ideado un novedoso sistema para mejorar la acústica por el que ya se ha interesado una empresa alicantina, otro para adaptar la luz natural a los interiores y un tercero artístico que hace que la superficie reaccione ante la presencia humana. Actualmente se utilizan placas fijas en los techos para absorber el sonido, pero Nubiola ha diseñado cuadrados que se abren y se cierran en función del volumen de decibelios que detecten los sensores. Algo similar ocurre con los paneles para fachadas que dejan pasar sólo la luz deseada al interior ahorrando energía. «Estoy muy orgulloso porque nunca pensé que iba a poder hacer algo así, tan cercano a la robótica y para lo que he tenido que investigar y aprender muchísimo», señala antes de hacer las maletas a Mallorca, donde ya ha conseguido su primer trabajo.