Los presidentes de la Confederación Española de Asociaciones de Clubs Náuticos y de la Asociación de Clubs de la Comunidad Valenciana, José Jaubert y José Más denunciaron ayer en Alicante, durante el III Simposio Nacional de Club Náuticos, la indefensión jurídica en que se encuentran ante el proceso de renovación de las concesiones que se desarrollará a lo largo de 2018 y que tiene contra las cuerdas a decenas de clubs pequeños por las trabas de la Administración y la competencia de las grandes mercantiles, que ven la actividad náutica como un negocio. Representantes de los 45.000 amarres que han repartidos por España celebran hasta hoy su tercer congreso anual tras los celebrados en Barcelona y Palma de Mallorca.
Especialmente crítico se mostró el presidente de la Asociación de Clubs Náuticos de la Comunidad Valenciana, José Más, quien acusó a la Generalitat del bloqueo que sufre la renovación de las concesiones de los 13 clubs de la Comunidad -ocho en la provincia de Alicante- que llevan años con la concesión caducada y sumidos en las más absoluta de las incertidumbres. «No podemos vivir con autorizaciones temporales, somos entidades sin ánimo de lucro, fomentamos el deporte y necesitamos un poco de sensibilidad. No la negativa permanente».
El sector de los clubs náuticos ha pasado por unos años de gran presión por la crisis económica pero vuelve a ser puntero como un producto turístico. Los clubs son entidades sin ánimo de lucro pero están sometidos a unos cánones económicos de la Administración que les ahogan, como denunció Víctor Montero, director del simposio, quien apeló a que «haya comprensión para un sector que no puede competir con sociedades mercantiles, que hace una gran labor social de fomento del deporte y que es el que con su trabajo ha hecho que la náutica sea hoy puntera en España»- La horquilla de impuestos va desde los 150.000 euros/año de un club pequeño con 350 amarres para barcos con esloras de cinco metros, a los tres millones de euros de instalaciones como las de Ibiza.
