El Corredor Mediterráneo puede ser la columna vertebral para fomentar el turismo y la industria en la franja litoral, desde Algeciras hasta la frontera francesa. Dos paneles, con destacada presencia valenciana, debatieron ayer en Ifema sobre los beneficios para ambos motores de la economía. El presidente de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV), Salvador Navarro, defendió en la mesa sobre turismo y movilidad que «en un país que lidera la alta velocidad mundial no tiene sentido que la segunda y tercera ciudad más grandes del país no estén debidamente conectadas tanto en mercancías como en pasajeros. La inversión en infraestructuras es un elemento determinante para la competitividad de la economía valenciana y también de la española». Al tiempo que reivindica la necesidad de «vertebrar este territorio que representa el 50% del PIB y el 50% de la población para poder generar riqueza». Unas reivindicaciones que contrastan con la situación ferroviaria actual en Murcia donde «no tenemos ni un solo kilómetro de vía electrificada, a pesar de que somos la séptima ciudad de España», recordó.

En el panel sobre industria, el presidente de Pro-AVE, Federico Félix, defendió que «el Corredor Mediterráneo ya lo hemos pagado por lo menos una vez todos los valencianos» porque, recordó, aportamos el 50% del PIB en la exportación. Y recordó el ahorro que supondría «derivar al ferrocarril los 19.000 camiones que cada día pasan por la frontera francesa» o las 100.000 toneladas de naranja que se exportan cada semana que cuesta seis céntimos por kilo de transportar.

Junto a Félix también debatieron la valenciana Agnés Noguera (Libertas 7) quien exhibió varios mapas que mostraban cómo «las áreas de mayor actividad [en la península ibérica] no coinciden con las líneas de alta velocidad y ancho europeo en funcionamiento». Por ello, defendió la necesidad del Corredor Mediterráneo como una infraestructura que «nos permita competir en costes, plazos y fiabilidad de entrega en los plazos con otras ciudades europeas, además de reducir el impacto del transporte por carretera en el medio ambiente». Noguera recordó que «la Europa megacéntrica en la que vivimos podemos ser el puente del futuro y la puerta hacia África». Un detalle en el que coincidió con el presidente de la patronal catalana Foment del Treball Nacional, Javier Gay Montallà. «El Magreb y el centro de África serán nuestro mercado dentro de cincuenta años». Igual para entonces ya se ha construido todo el Corredor Mediterráneo.