Alicante tiene al menos 125 edificios con más de 12 plantas, lo que dificulta a los Bomberos las tareas de salvamento ya que con los vehículos escalera no pueden llegar más allá de los 30 metros de altura. A raíz del incendio del edificio La Chicharra, el pasado mes de junio, que causó heridos y numerosas intoxicaciones entre los propios trabajadores, el Servicio de Prevención y Extinción ha puesto en marcha un registro de inmuebles altos y un sistema de geolocalización en el marco de un plan de seguridad que exigirá a las comunidades de vecinos tener al día las medidas antiincendios.
Este plan, impulsado desde la Concejalía de Seguridad, incluirá fichas de las construcciones con más de 12 plantas, y a partir de diez en el caso de las más antiguas, con todo tipo de datos que tienen que ver con la prevención y la seguridad para actuar más rápido y evitar víctimas.
Entre ellos, número exacto de plantas, estructura, número total de viviendas, accesos, número de escaleras, si existe hueco para salida de humo, accesos para vehículos de Bomberos, ubicación de las instalaciones de electricidad, fontanería y gas natural. Y sobre todo, saber en qué condiciones están las instalaciones de «columna seca», cuyo mantenimiento corresponde a las comunidades de vecinos, así como su ubicación y señalización; y si hay extintores.
La «columna seca» es una conducción que va desde la planta baja hasta la última de los edificios, por la que se pueden introducir las mangueras, facilitando las tareas de extinción de las llamas ya que el principal problema en construcciones con más de 12 plantas -30 metros de altura- es garantizar que se puedan elevar grandes caudales de agua.
En siniestros en rascacielos necesitan subir 500 litros de agua por minuto por encima de los 70 metros de altura, y en Alicante hay edificios, como El Riscal, aún más altos.
Según explica el jefe de Bomberos de Alicante, Eduardo Aragolaza, la «columna seca» es obligatoria en los edificios de más de ocho plantas desde 1991. «La mayoría de inmuebles altos de Alicante la tienen. Pero es responsabilidad de las comunidades de vecinos el que esté en condiciones y la mayoría no lo sabe. La ley lo dejó en sus manos porque el mantenimiento es simple».
En este sentido, insistirán en la obligatoriedad de que tengan al día la «columna seca» como principal medida antiincendios, con revisiones cada 6 meses, que deben incluir la comprobación del correcto funcionamiento de la accesibilidad de la entrada y de las tomas de pisos; la señalización; las tapas y funcionamiento de sus cierres; y las llaves de conexiones. La finalidad es garantizar que esas conducciones están limpias y sin objetos que bloqueen su acceso.
En esto el incendio de La Chicharra ha marcado un antes y un después ya que los Bomberos tuvieron que subir con equipos de respiración al ocupar el humo las plantas inferiores. «La columna seca permite conectar el camión abajo, subir la manguera por ahí y atacar el incendio desde arriba. Queremos pulsar a las comunidades de vecinos sobre esto porque, si tenemos un incendio arriba, subir las mangueras todas las plantas es un trabajo muy costoso porque el tendido se hace a mano».
El incendio del edificio La Chicharra se declaró en una planta 14 de un total de 21. «¿Por qué la necesidad de hacer este plan? En Alicante hay bastantes edificios con una altura que impide el uso de autoescaleras automáticas. Aunque con los vehículos podemos llegar hasta la planta 12, ya por encima de la 10 hay problemas de acceso para rescatar a personas. Estamos más expuestos al viento y la propagación de las llamas es mayor», señala el oficial del Servicio de Prevención y Extinción Ángel Bastida, coordinador de este plan de inspección que se inicia la próxima semana.
El oficial recalcó que es complicado hacer llegar el agua hasta arriba, por la pérdida de carga en instalaciones hidráulicas. En este sentido, Bomberos de Alicante pusieron a prueba sus equipos para elevar grandes caudales de agua en edificios altos en unas maniobras que hicieron, a raíz del incendio de La Chicharra, en una planta 23 del edificio Bahía de los Pinos, en el Cabo de las Huertas, uno de los más altos de Alicante.
En total serán 125 los edificios con más de doce plantas que inspeccionarán en los próximos meses, de ellos 25 en el centro de Alicante y un centenar en la zona de playas: Albufereta y San Juan sobre todo. Una cifra elevada que sorprendió a los responsables del Servicio de Prevención y Extinción de Incendios cuando la solicitaron a la Concejalía de Urbanismo «por lo complejo de las intervenciones». Las inspecciones se extenderán a edificios antiguos con diez plantas y a los que tengan nueve a petición de los vecinos.
Estas inspecciones servirán también para revisar los sistemas de detección y contra incendios, y se darán consejos sobre el adecuado mantenimiento.
Los Bomberos diseñarán con toda la información un sistema de georreferencia que permitirá a los efectivos, cuando se declare un fuego, conocer a través de tablets, mientras se desplazan al foco, todas las características técnicas y de evacuación de las megaconstrucciones para acortar el tiempo de respuesta. «Es importante que los Bomberos tengan toda la información cuando van a un siniestro en edificios altos. Que sepan dónde van, por dónde acceder y dónde están los elementos de seguridad porque en un incendio un minuto es un mundo», afirma el concejal de Seguridad, Fernando Marcos.
