Con la vista puesta en el próximo viernes, fecha elegida por la jueza María Luisa Carrascosa para tomar declaración como imputados al alcalde de Alicante, el socialista Gabriel Echávarri, y a dos de sus asesores por el presunto fraccionamiento de contratos, el futuro del tripartito sigue en el aire y sin una solución a priori a corto plazo. Tras la petición de dimisión al socialista realizada estos últimos días por sus dos socios de gobierno, la coportavoz de Compromís y vicepresidenta de la Generalitat, Mónica Oltra, optó ayer por alinearse junto al secretario general del PSPV y jefe del Consell, Ximo Puig, considerando que la situación que atraviesa el Ayuntamiento de Alicante merece «una reflexión colectiva». Según Oltra, la reflexión debe ir encaminada a decidir si es necesaria «una refundación del equipo de gobierno o una refundación sobre las bases del pacto de progreso». Es decir, Oltra abre dos posibles alternativas: la salida de Echávarri de la Alcaldía de Alicante o, como defienden desde el PSPV, renegociar el actual pacto de gobierno para intentar salvar la imagen del gobierno municipal de cara a la segunda mitad del mandato.

Así, las palabras de ayer de Oltra van en una línea similar a las dichas el pasado sábado por el secretario general del PSPV, Ximo Puig, quien abogó también por una reflexión general en el tripartito: «En estos momentos, lo que es necesario es que haya un proceso de reflexión, pero no por este caso [en referencia a la investigación a Echávarri] sino por la situación del Gobierno de Alicante. Sería bueno -continuó Puig- que los actores principales en esta cuestión, que son los partidos políticos y sus referentes en la ciudad de Alicante, hablaran y vieran de qué manera encuentran una salida que tiene un objetivo: un avance social para la ciudad de Alicante».

Oltra, al igual que insiste a diario el portavoz municipal de Compromís en Alicante, Natxo Bellido, señaló ayer que su formación no se da plazos respecto de la situación del alcalde, aunque subrayó que Alicante «merece un proyecto de progreso para la ciudad y un gobierno de progreso tras años de saqueo por parte del PP». Bellido, por su parte, insistió en que no hay «ultimátums ni urgencias» respecto al futuro de Echávarri al frente de la Alcaldía, pese a que recordó que el pleno ordinario de octubre (previsto para el día 26) sería una fecha límite para que el PSPV mueva ficha y fuerce la salida del regidor socialista. Si no lo hace, Bellido recalcó ayer que Compromís tiene previsto abandonar el tripartito de la ciudad, al igual que también ha anunciado ya Guanyar, aunque sin fecha. Los de Pavón tiene previsto reunirse mañana, pero en una asamblea en la que no se votará nada respecto al futuro de Guanyar en el tripartito. Desde el PSOE de Alicante, por su parte, confían todavía en que la coalición liderada por el Bloc e Iniciativa se replantee su posible marcha del equipo de gobierno, ya que no valoran una posible dimisión de Echávarri si no se produce ningún cambio en la situación judicial. Es decir, si no es procesado.

Los socios del equipo de gobierno, pese a que Guanyar y Compromís lo pidieron previamente, al final no se vieron ayer las caras en la comisión de seguimiento del pacto, ya que el PSOE no tenía intención de acudir.

Los socialistas, en cambio, sí convocaron ayer la última sesión de la comisión de pleno que investiga el posible fraccionamiento de contratos. Lo hizo para el próximo viernes, haciéndola coincidir con la declaración del alcalde ante los juzgados con la clara intención de restar relevancia a las conclusiones de los grupos.