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Más ayuda para «el buen morir» en Alicante

Sólo la mitad de los pacientes que necesitan cuidados paliativos los reciben

Ancianos ingresados en un hospital de la provincia. LOINO

El progresivo envejecimiento de la población y el aumento de las enfermedades crónicas hace que la necesidad de cuidados paliativos vaya al alza. Sin embargo, sólo la mitad de las personas que lo necesitan reciben cuidados específicos al final de su vida, según las estimaciones de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos.

Los profesionales que trabajan en este terreno reclaman más personal, mejor coordinación y más formación para poder dar a quien lo necesita una asistencia de calidad. Coincidiendo con el Día Mundial de los Cuidados Paliativos, que se celebra el próximo sábado, la Sede de la Universidad de Alicante acoge esta tarde, a partir de las 19 horas, una mesa redonda en la que se analizarán las condiciones en que fallecen en la actualidad estos pacientes, la situación de las leyes de muerte digna y su aplicación y la participación del voluntariado en la atención y acompañamiento de personas con necesidades paliativas.

En la provincia de Alicante, los cuidados paliativos se prestan, fundamentalmente en los dos hospitales de larga estancia -San Vicente y La Pedrera, en Dénia- y a través de las Unidades de Hospitalización a Domicilio (UHD). «Todos los hospitales tienen actualmente una UHD, pero hay muchos enfermos "ocultos", que no se detectan a tiempo y no se benefician de unos cuidados paliativos en su casa», señala Pablo Tordera, coordinador de la UHD del Hospital de Sant Joan.

Y es que, aunque tradicionalmente se asocian los cuidados paliativos a enfermos oncológicos, el abanico es mucho más amplio y abarca pacientes con problemas cardiacos, respiratorios, con insuficiencia renal... personas, que por lo general están en manos de muchos médicos, «por lo que sería necesario la figura de un profesional que ayude a identificar a estos enfermos y los derive a las Unidades de Hospitalización a Domicilio».

También, añade Tordera, «es necesario que estos servicios cuenten con más personal y que haya más hospitales con camas para atender a enfermos paliativos, ya que en la provincia sólo disponen de ellas los hospitales General de Alicante, Elda y Dénia».

Todo pese a que la demanda de cuidados paliativos «vive un crecimiento exponencial debido al envejecimiento de la población», señala María José Cabañero Martínez, profesora del Departamento de Enfermería de la Facultad de Ciencias de la Salud en la Universidad de Alicante. Para Cabañero, «actualmente falta formación de los profesionales para poder identificar correctamente a los pacientes que se pueden beneficiar de los cuidados paliativos».

La mesa redonda de esta tarde abordará también los aspectos legales que rodean la asistencia al final de la vida.

«No tiene sentido que el refuerzo de los cuidados paliativos no vaya acompañado de un cambio en las leyes y que se saque del Código Penal el artículo que castiga la ayuda que los médicos pueden prestar activamente a un enfermo que, dentro de sus facultades, desea que no se le prolongue el sufrimiento», afirma Carmen Juanatey, catedrática de Derecho Penal del Departamento de Derecho Internacional Público y Derecho Penal de la Universidad de Alicante.

Una situación, «que pone en riesgo a los profesionales de la salud que tienen que tomar la decisión de, por ejemplo, sedar a un paciente, ya que pueden enfrentarse a demandas por parte de los familiares».

Países como Bélgica, Luxemburgo, Holanda o Suiza ya han regulado la eutanasia, «sin que haya habido un aumento de las situaciones conflictivas». Actualmente, en España existen las voluntades anticipadas que el enfermo puede dejar de manera previa, el problema, añade Juanatey, «es cuando hay que ir más allá de interrumpir los tratamientos médicos».

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