El portavoz municipal de Compromís, Natxo Bellido, sostiene que la dimisión que su formación exige al alcalde de Alicante, el socialista Gabriel Echávarri, tras ser investigado por el presunto fraccionamiento de contratos en la Concejalía de Comercioinvestigado , supondría un espaldarazo para un tripartito sumido en las continuas crisis internas durante este mandato. Unas horas después de que la Ejecutiva Local de Compromís anunciara que la salida de Echávarri es condición necesaria, «absolutamente imprescindible», para no romper el pacto de gobierno que mantiene al tripartito al frente de Alicante, Bellido tomó la palabra: «Esta situación judicial es la gota que colma el vaso. La figura del alcalde es central en el Ayuntamiento y un cambio en la Alcaldía permitiría una refundación del pacto de gobierno».

El líder local de Compromís, con esas palabras, aludía a los continuos baches que han ido generando los socios del tripartito durante una legislatura autoproclamada como «la del cambio», tras veinte años de gobiernos del PP en Alicante. «Si la situación del gobierno hubiera sido diferente, la respuesta a la investigación al alcalde también sería distinta. Pero como ya dijimos coincidiendo con el segundo aniversario [del tripartito], nuestra paciencia no es infinita», apuntó ayer Bellido, quien recordó a Echávarri que el actual equipo de gobierno tiene «jurisprudencia» respecto al nivel de ética «autoimpuesto», en alusión a la expulsión a principios de 2016 de Nerea Belmonte de Guanyar y a la posterior retirada de las competencias y del sueldo tras adjudicar contratos menores a una empresa de su entorno.

Para Bellido, el cambio en la Alcaldía de Alicante es «obligada» por el «listón de ética política» que se impuso el tripartito. «Puede que ahora se piense que es alto, pero nos lo pusimos nosotros», puntualizó el dirigente de la coalición nacionalista, quien, por otro lado, descartó exigir plazos para la renuncia de Echávarri, tras pedir al PSOE alicantino y al PSPV que «asuma» la «responsabilidad que le corresponde y que tome medidas para garantizar el futuro» del gobierno de Alicante. «No vamos a dar ningún ultimátum, no vamos a decir que Echávarri tiene que dimitir en cuatro o cinco días. Entendemos que hay horizontes razonables, pero de igual forma tenemos claro que no podemos llegar en esta situación al próximo pleno ordinario [previsto para el 26 de octubre]», prosiguió ayer Bellido, que en las últimas fechas se había mostrado más próximo a Echávarri que al otro socio del tripartito, Pavón (Guanyar).

Así, Bellido confirmó que el próximo martes Compromís estará en la Junta de Gobierno, donde cada semana se ven las caras los socios del tripartito. De ahí en adelante, no se marca tiempos.

El PSPV pide reflexión

Al debate sobre el futuro político en Alicante también se sumó ayer el presidente de la Generalitat y líder de los socialistas valencianos, Ximo Puig, quien invitó a PSOE, Guanyar y Compromís a abrir «un proceso de reflexión», aunque matizó que «no por el caso [judicial]» que afecta a Echávarri, sino por «la situación del gobierno de Alicante». Puig sostuvo ayer, preguntado en València, que «sería bueno que los actores principales en esta cuestión hablaran y vieran de qué manera encuentran una salida que tiene un objetivo: un avance social para Alicante».

En referencia estricta a la investigación judicial por el presunto fraccionamiento de contratos en la Concejalía de Comercio, el líder de los socialistas en la Comunidad defendió que la citación como investigado de Echávarri «no se trata de un caso ni mucho menos de corrupcióncorrupción, sino de un problema de contratación administrativa». Con todo, Puig subrayó que la justicia tiene que ser la que «diga» el futuro del caso.

Por su parte, el vicealcalde y portavoz de Guanyar, Miguel Ángel Pavón, señaló ayer que «los órganos políticos» de su formación «decidirán sobre su continuidad en el gobierno municipal» tras la reunión que han pedido de la comisión de seguimiento del pacto de gobierno. Compromís, por su parte, ya anunció el pasado viernes que la coalición que lidera Bellido romperá el pacto del tripartito si Echávarri no deja la Alcaldía. Además, Pavón acusó ayer al dirigente socialista de «llamar por teléfono» y «amenazar» a Guanyar con «represalias» en el caso de que finalmente pidieran su dimisión, como finalmente acabaron haciendo tras una reunión celebrada el viernes por la noche. Desde Alcaldía mantiene que hubo una llamada de Julia Angulo para ofrecer un posible pacto, sobre el que no se trataron los detalles tras descartarlo Echávarri. Pavón niega que fuera para mantener las competencias de Urbanismo.