El vicealcalde y concejal de Limpieza, Miguel Ángel Pavón (Guanyar), reclamó ayer colaboración a dos áreas gestionadas por el PSOE (Recursos Humanos y Seguridad) para intensificar el control sobre el cumplimiento del contrato de la limpieza y recogida de basura, a cargo de la UTE participada por FCC, Ferrovial y Enrique Ortiz. En su intervención tras una petición realizada al pleno por Ciudadanos, Pavón reclamó más inspectores, al menos dos en cada uno de los seis sectores (un total de doce) frente a los ocho existentes, para poder realizar una inspección «exhaustiva» del servicio, y la participación de policías locales de segunda actividad para controlar el cumplimiento del pliego de condiciones.

El concejal de Limpieza, que lleva poco más de dos semanas al frente de la concejalía tras apartar al anterior responsable, Víctor Domínguez (también de Guanyar), marcó ayer su línea de actuación, en la que insistió en la necesidad de conocer el «cumplimiento» del contrato. Con ese objetivo, Pavón anunció una inspección de un mes de duración en cada uno de los seis sectores de la ciudad, que empezará por la Zona Norte. El concejal puso sobre la mesa los requerimientos realizados a la empresa, como la herramienta para controlar la mano de obra diaria, los servicios subcontratados, una auditoría de las cuentas de UTE Alicante y un inventario de la maquinaria, entre otros.

Pavón, que ayer insistió en que Guanyar se opone en rotundo a ampliar el contrato pese a la postura a favor de sus socios, PSOE y Compromís, dibujó dos caminos posibles: si se demuestra que se está cumpliendo el pliego, pero que falta personal y/o medios, será la empresa la que tendrá que asumir el coste, mientras que si se detecta un «incumplimiento sistemático» se propondrá la «resolución» de un contrato al que le quedan cuatro años de vigencia.

Por su parte, el portavoz de Compromís, Natxo Bellido, volvió a poner sobre la mesa el aumento del coste, señalando que el pliego de condiciones «no es bueno» para la ciudad de Alicante. Bellido también defendió el refuerzo de la fiscalización, mientras que nadie del PSOE participó en el debate pese a su conocida defensa de mejorar el servicio actual.

Cuando el pleno llegaba a su recta final después de ocho horas repartidas en mañana y tarde, Cs sacó adelante una declaración institucional, con la abstención del tripartito en bloque, para exigir principalmente el cumplimiento del pliego de condiciones del servicio de la limpieza y la realización de una auditoría. Este punto, con todo, estuvo a punto de no tratarse, ya que el interventor pidió que se sacara del orden del día ante las dudas que le surgían en torno a la figura de la «auditoría». Tras aceptar en un primer momento, Giraldo (Cs) rectificó tras intervenir Barcala, contrario a que se retirase el asunto.