Las cifras hablan de la importancia del servicio de salvamento y socorrismo. De las 35 muertes en el agua en la provincia en lo que va de año, sólo cuatro se registraron en playas que contaban con vigilancia. Tres fueron en julio en el Postiguet y San Juan, en la capital, y la cuarta en junio en la playa Centro de la Vila.

Estos reveladores datos llevan a la Federación Española de Salvamento y Socorrismo no sólo a reclamar que se amplíe la temporada de vigilancia y los horarios de las jornadas. También que se aumente el número de socorristas y el material disponible para los rescates, desde motos acuáticas a tablas y drones, así como más desfibriladores para las paradas cardiorrespiratorias.

«Deberían estudiarse las zonas con mayor afluencia de turismo y más peligrosas a nivel de rescates y muertes por ahogamiento para que existiese servicio de socorrismo no sólo desde mediados de junio hasta mediados de septiembre, sino empezar antes y alargarlo más en el calendario».

De las personas ahogadas este año en playas y piscinas de la provincia, diez eran extranjeras y el resto de nacionalidad española. La mayoría, 27, fueron hombres, entre 60 y 87 años. El primer suceso tuvo lugar en enero en el río Serpis, de madrugada, en la localidad de Muro de Alcoy, donde falleció un joven español de 23 años, y el último fue el miércoles en la playa alicantina del Postiguet, un hombre rumano de 62 años a las 18 horas. En esta triste lista hay también casos de piscinas privadas en los que perecieron ahogados dos niños de 2 y 3 años. Fue en El Campello y en Dénia. En Benidorm, donde hay vigilancia todo el año en playas, ha habido sin embargo dos ahogados en Poniente a horas en la que ya habían acabado su jornada los socorristas.

Playas urbanas como la alicantina del Postiguet son frecuentadas por bañistas prácticamente todo el año, y eso que, de acuerdo a la estadística de 2017, es de las más peligrosas, con cuatro fallecidos por ahogamiento. Según explican los socorristas, los propios hamaqueros y los chiringuitos de la zona han tenido que hacer asistencias en meses en los que ellos ya no están, desde atenciones por medusas a rescates en el agua.