«El WhatsApp es seguro, viene cifrado, por lo que considero que es suficiente para una empresa y si no se puede usar Telegram que es un poco más seguro». Así contestó el teniente coronel jefe del Departamento de Delitos Telemáticos de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, Juan Sotomayor, a preguntas del público que llenó el desayuno-coloquio en el restaurante El Maestral. Representantes del sector empresarial y financiero, del estamento judicial, académico y de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado escucharon con atención la conferencia «Cómo afecta la ciberdelincuencia al ámbito empresarial» pronunciada por Sotomayor y que despertó el interés de los presentes, que formularon multitud de preguntas. Además de la seguridad de la mensajería móvil, el teniente coronel fue interpelado sobre el papel de la Administración en la ciberdelincuencia y Sotomayor admitió que es «complicado» pero aseguró que la administración «debe acercarse a la empresa privada e invertir mucho dinero en aumentar el nivel de la ciberseguridad en España». «Tras el ataque de Wannacry -que afectó a miles de empresas en todo el mundo- Obama, continuó Sotomayor, dijo que esa fue su asignatura pendiente y Estados Unidos va más avanzado en este sentido». La empresa privada es quien tiene la tecnología y las herramientas para enfrentarse a las amenazas, reflexionó antes de recordar que «el espionaje industrial está a la orden del día en las grandes empresas».

También le preguntaron su opinión sobre si debe haber cambios en el Código Penal para una lucha más eficaz contra el cibercrimen, a lo que contestó que «tiene que evolucionar como todo». En este sentido, también apeló a que la Ley de Enjuiciamiento Criminal «nos facilite la investigación» y puso como ejemplo los problemas a los que se enfrenta la Guardia Civil al investigar los foros de abusos sexuales a menores al tratarse como delitos individuales que se acaban repartiendo por distintos juzgados al inhibirse la autoridad judicial si el acusado no es de su demarcación. Esta situación, lamentó el teniente coronel, «supone una importante carga administrativa para nosotros».