La Generalitat, a través de la Sociedad Proyectos Temáticos de la Comunidad Valenciana (SPTCV), inició ayer los trámites para solicitar a la Concejalía de Urbanismo del Ayuntamiento de Alicante una licencia «global» para todas las instalaciones de la Volvo Ocean Race, incluido Marmarela, el complejo de ocio con el que tiene cerrado un contrato de prestación de servicios para ser punto de encuentro de los invitados del Consell durante los días de la regata.
Así, Proyectos Temáticos pretende sortear los problemas legales surgidos después de que el área que dirige el vicealcalde Miguel Ángel Pavón (Guanyar) decretara el cierre del recinto. «Hemos iniciado los trámites para pedir la licencia global de todas las instalaciones del Race Village de la Volvo. Esperemos que así se pacifique el problema surgido en los últimos días», señaló ayer el presidente de la citada sociedad, Antonio Rodes, quien admitió que manejaban «otros tiempos» en la petición de permisos al Ayuntamiento, pero que la clausura, conocida el pasado viernes, del espacio previsto para ejercer de «hospitality» durante la regata ha precipitado que Proyectos Temáticos haya iniciado ya los trámites. «Hubiéramos preferido esperar un poco más para tener los espacios totalmente distribuidos, para ser más minuciosos, pero así esperamos que el problema tenga pronto solución», añadió Rodes, quien tuvo buenas palabras para el complejo que prevé ejercer como punto estratégico de la Generalitat Valenciana durante la Volvo Ocean Race. «La empresa ha actuado de buena fe, y lo ha hecho en virtud de las conversaciones que hemos establecido basadas en el compromiso de colaborar con la salida de la regata desde el puerto de Alicante», apuntó ayer el presidente de Proyectos Temáticos.
Desde la Concejalía de Urbanismo, el concejal Miguel Ángel Pavón confirmó el registro de documentación por parte de la sociedad responsable de la organización de la salida de la Volvo desde el puerto alicantino. A su vez, como ya hizo el pasado sábado a través de un comunicado de prensa, el vicealcalde y portavoz municipal de Guanyar reiteró ayer que «no hay y no tiene que haber ningún problema para que el recinto, incluido el espacio de Marmarela, pueda tener licencia y ser utilizado durante la Volvo». Dos días antes, Pavón señaló que el Ayuntamiento «ha actuado siempre desde el más escrupuloso cumplimiento de la legalidad aplicable, al igual que se hace con el resto de locales de ocio». El edil apuntó que si la actividad «no cuenta con la imprescindible licencia municipal, en este caso sujeta a una autorización portuaria inexistente, ha de suspenderse hasta que obtenga licencia». Según Pavón, la Autoridad Portuaria trasladó al Ayuntamiento, en un escrito que tuvo entrada en el registro municipal el 21 de julio, que el plazo de la autorización portuaria para el complejo de ocio finalizó el pasado 25 de abril de este año, lo que «comportaba de forma automática que la licencia municipal de 2014 perdía su vigencia».
En su primer comunicado, difundido el viernes, la empresa que gestiona Marmarela lamentó que el cierre del recinto decretado por la Concejalía de Urbanismo suponía «un duro golpe a los 90 trabajadores del complejo que ya han recibido las cartas de despido».
