El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, no ha aclarado hoy cuál va a ser el futuro a medio y largo plazo de la AP-7, autopista de peaje que discurre a lo largo del Arco Mediterráneo, cuando finalice su concesión en diciembre de 2019. El senador territorial de Compromís y portavoz en el Senado, Carles Mulet, ha preguntado es tarde en la comisión de la Cámara Alta por la previsión del Gobierno respecto a la Ap-7 en la Comunidad Valenciana a corto, medio y largo plazo y ha exigido "que el vial sea puesto a disposición de la sociedad de inmediato".

Mulet le ha recordado al ministro que "los valencianos llevan pagando peajes desde la década de los 70 por la gracia y obra del Franquismo, UCD, PSOE y PP que decidió exprimirnos hasta finales de 2019. Medio siglo de peajes que han aplicado sin compasión y que solo se han dignado a relajar cuando la concesión toca a su fin mientras se construían autovías gratuitas por media España con el dinero de todos".

El senador ha reprochado al ministro que "no sean claros en las respuestas parlamentarias y siga siendo una incógnita si van a inventar alguna nueva forma de pago por uso o de gestión privada del vial", así como las previsiones para que el uno de enero de 2020 los municipios que vieron sacrificado su territorio a precio de saldo, puedan utilizar el vial "para acabar con los accidentes en sus comarcas, con los colapsos y la inseguridad que se vive en carreteras tan saturadas como son la N-332 o la N-340 y ahorrarse miles de millones en variantes y ampliaciones de viales, por citar algunos ejemplos". Mulet se ha jugado una paella con el titular de Fomento a que en los PGE de 2018 no hay ninguna inversión asociada a prever este libre acceso a la autopista.

El senador ha denunciado "la opacidad, estudios y más estudios pero ninguna realidad" sobre el futuro de la AP-7, que ha vaticinado pueda acabar siendo moneda de cambio para los de siempre, se llamen Abertis o ACS y sus operaciones de rescate en las radiales "mientras núcleos urbanos siguen soportando mucho tráfico, persisten los puntos negros, se decreta la gratuidad en otros puntos del Estado de las autopistas y se penaliza la competitividad de los territorios como el valenciano, sujetos a peajes, infrafinanciación y sobrecostes. Menos estudios y más realidades", ha agregado.

Por otro lado el senador territorial ha tildado de "un insulto" que tan solo se estudien bonificaciones para un tramo tan minúsculo de AP-7 como el que comunica la salida de Peñíscola de la AP-7 con el límite con Cataluña, situada a pocos kilómetros. "Un poco más y ya no tienen ninguna migaja que ofrecerle a nuestro territorio", ha concluido.