¿Cuáles son los principales retos de este curso 2017-2018?

El básico y fundamental ha sido establecer el plan de este curso que empieza mañana, para el que ya tenemos todo preparado. La matriculación ha ido muy bien, la nueva generación de estudiantes que llega a la Universidad va a ser de cerca de 6.000. Hemos tenido una captación muy buena,que no terminará hasta finales de septiembre. La base fundamental es la docencia y la formación y eso ya está preparado para el curso académico.

¿Y además del inicio del curso?

Aparte de la docencia, establecer los canales de financiación para la investigación. Los últimos años han sido complicados, pero nos hemos centrado de una forma adecuada en la captación de recursos europeos, esa va a ser la constante del próximo año. Un tercer aspecto central es todo lo referente al parque científico que ya es una realidad y donde tenemos ya quince empresas de base tecnológica de la propia universidad. Hace unos meses finalizamos la urbanización y estamos a la espera de que investigadores e institutos de investigación se instalen y puedan trabajar junto con quienes ya están. Otro reto son las nuevas titulaciones en cuyos planes de estudio estamos trabajando, Relaciones Internacionales, Gastronomía y Artes Culinarias, Marketing y Medicina, cuatro títulos por los que hemos apostado para ponerlos en marcha en el curso 2018-2019. Como resumen diría seguir dando formación de calidad, investigación de vanguardia y tener unas infraestructuras científicas, tecnológicas y espaciales acordes, para lo que es imprescindible una financiación.

La matrícula ha sido buena pero quedan vacantes en algunas titulaciones, sobre todo de Humanidades... ¿cómo se pueden potenciar? ¿con dobles grados?

Ofrecemos 43 grados, algunos de ellos dobles. En una decena de titulaciones quedan algunas vacantes pero en Geología, por ejemplo, son cuatro. Tiene que ver con la adecuación de la oferta y la demanda pero estamos muy satisfechos.Lo que tenemos que hacer es adecuar la oferta a la demanda, como creo que deben hacer todas las universidades.

¿Existe una desconexión entre lo que buscan las empresas y la formación universitaria?

También es una cuestión de oferta y demanda. La Universidad lleva a cabo estudios de empleabilidad. Nuestra formación es básica, superior, formamos para aprender a aprender para posteriormente adecuarse a los distintos puestos de trabajo, lo que no podemos hacer es formar para un único puesto de trabajo, la formación del siglo XXI es más amplia. No existe distancia entre los empleos requeridos y la oferta de las universidades.

¿Es partidario de que los estudiantes elijan sus estudios por vocación o pensando en las salidas profesionales?

Hay distintos perfiles de estudiantes, los hay muy vocacionales y otros piensan en algo más general con la idea de especializarse después. Hay carreras muy vocacionales como pueden ser Derecho, Arquitectura o Enfermería. Otras titulaciones son de un saber básico que permite en el futuro especializarse. Matemáticas, Física, Administración y Dirección de Empresas o Humanidades son grados más fundamentales y universales que pueden llevar a un máster de especialización. Entiendo tanto las vocaciones como a aquellos que quieren una formación más universal.

¿Se va a implantar Medicina?

Nuestra responsabilidad es identificar la demanda existente en la provincia y hacer una oferta equilibrada. Alicante es la quinta provincia en PIB y población, dato muy importante que a veces no se tiene en cuenta ni para inversión ni para infraestructuras en otros ámbitos. Hay una gran demanda de estudiantes de Medicina; además, hay hospitales públicos y privados con gran demanda de plazas que constituyen un clúster de la salud. Cada vez tiene más impulso el turismo sanitario. Tiene que haber una oferta de títulos. Tenemos el plan de estudios, lo mandaremos a Madrid para que lo acrediten y después València tendrá que autorizarlo.

¿Cuándo se sabrá si el ministerio lo acredita y el Consell lo autoriza?

Entre octubre y noviembre se mandará el plan de estudios a Madrid para que lo evalúen. Entre marzo y abril decidirán y para final de curso se sabrá.

La Conselleria de Educación está siendo bastante polémica con muchas de sus decisiones, ¿cómo es su relación con Marzà?

Mi relación es muy buena, lo importante es establecer un buen canal de comunicación entre las instituciones y sus representantes. Con el conseller siempre hemos tenido una conversación cercana que a él le ha permitido conocer nuestras principales necesidades y reivindicaciones y a nosotros sus propuestas educativas. La relación es extraordinaria y todas nuestras propuestas han sido atendidas en la medida de las posibilidades económicas. Una reivindicación era la bajada de las tasas y después de dos años se ha conseguido. También equiparar al personal de la Universidad al personal de la autonomía. Este año se han atendido algunas demandas, aunque tenemos más.

Una de las principales polémicas ha sido el plurilingüismo, ¿cómo cree que se ha enfocado?

La conselleria estableció con las unidades multilingüe de las universidades una propuesta de plan plurilingüe que permitiera a los estudiantes estudiar en tres idiomas. Lo que se buscan son capacidades. O no se ha explicado adecuadamente o la gente no ha querido entenderlo. Lo que se pretende es que los estudiantes tengan capacidades en tres lenguas: inglés, castellano y valenciano. El objetivo de la Generalitat es muy bueno. También entiendo que los padres quieran elegir la lengua vehicular en la que educar a sus hijos. Es una cuestión de establecer las convergencias entre una propuesta y otra.

Una de las principales demandas universitarias es la financiación. Los últimos presupuestos de la Universidad de Alicante, de 121,6 millones, han obligado a paralizar infraestructuras.

Lo que hemos hecho es establecer prioridades. La financiación sufrió una merma importante hace unos años. Reivindicamos una financiación estable y adecuada para el conjunto de las universidades, ése ha sido el núcleo central de nuestra reivindicación. Y, sobre todo, lo importante es la deuda histórica que tenían con el conjunto de universidades, que fuera devuelta para permitir llevar a cabo inversiones. Ante esta situación, las universidades nos hemos ajustado y establecido planes económicos que nos permitan llevar a cabo determinadas infraestructuras. Los planes plurianuales lo permiten pero de forma más lenta. Es necesario volver a la financiación de los años anteriores a 2011 que nos permitan una formación y unas infraestructuras de calidad.

Estamos saliendo de la crisis, ¿cuándo prevé que la situación vuelva a normalizarse?

El principal problema es la alta tasa de paro, es un indicador de que necesitamos recuperar más la economía. Son ocho años de crisis muy dura, de destrucción de puestos trabajo y de gente en la pobreza. Para mí todavía no hemos salido de la crisis, tenemos que ser prudentes y seguir trabajando en la dirección adecuada.

Como todo va en cadena, la mejora de la financiación universitaria tardará.

La universidad está ligada a la infrafinanciación de la Comunidad Valenciana y eso no tiene tanto que ver con la crisis. Tenemos una Comunidad infrafinanciada, que recibe menos dinero que otras comunidades y que tiene además una deuda importante. Y vivimos en una provincia que está peor financiada que la de València y mucho peor que otras provincias, así que estamos en una situación complicada. Aquí se demanda una financiación equitativa, que todos los españoles recibamos el mismo dinero. No es normal que dependiendo de dónde vivas recibas más o menos dinero. Si no hubiera infrafinanciación estoy absolutamente convencido de que la financiación para las universidades sería mayor.

La actualidad manda, ¿qué opina de la situación que se está viviendo en Cataluña?

Entiendo que es un despropósito democrático y un fracaso de la política. Probablemente estamos ante el momento histórico más preocupante de la democracia. Desde fuera ves que los dirigentes políticos catalanes dicen una cosa y la contraria. Por un lado hablan del estado de la democracia y por otro lado van contra el estado de la democracia.

El proyecto estrella de este mandato es el parque científico y tecnológico, ¿en qué situación se encuentra?

En realidad ya no es un proyecto porque está en marcha. Ahora el reto es que se establezca una empresa multinacional de alto valor tecnológico y ya hay interesadas. Si somos capaces de tener un conjunto de empresas, tendremos capacidad para atraer otras y esto, al final, crea un ecosistema tecnológico que genera nuevas empresas, empleo, bienestar y riqueza. Tenemos las infraestructuras y las empresas requieren suelo tecnológico. Esa es la fuerza que necesita Alicante.