La reunión de ayer ante el Tribunal de Arbitraje Laboral sólo sirvió ayer para distanciar aún más a la concesionaria del servicio de limpieza y recogida de basura y al comité de empresa, que salió de la cita en la sede de Inspección de Trabajo acusando a UTE Alicante (participada por FCC, Ferrovial y el empresario Enrique Ortiz) de alentar la huelga con el objetivo de conseguir que el Ayuntamiento de Alicante aumente el coste de la contrata, tal y como proponen PSOE y Compromís para mejorar la imagen de la ciudad a través de la contratación de más personal.

«Esta empresa lo que pretende es empujar a los trabajadores a la calle para que les consigamos más dinero del Ayuntamiento. Ellos los que quieren es que molestemos a la ciudad con la huelga y que el Ayuntamiento abra la mano y les dé más dinero. A la empresa no le importa la ciudad de Alicante ni tampoco los trabajadores, sólo quieren hacer caja», señaló ayer el presidente del comité de empresa, Antonio Martínez, quien confirmó que el Tribunal de Arbitraje sólo evidenció la poca voluntad de acuerdo entre las partes implicadas, empresa concesionaria y trabajadores.

De hecho, las posiciones no parecen a día de hoy muy distantes en lo económico, ya que después de empezar con ofertas alejadas [la empresa apostaba por una subida salarial relativa a 2016 de un 0,25% y la plantilla pedía un 1,6%], ahora se mueven en un incremento del 1,2%, pero les diferencia que esté o no vinculado a la antigüedad. También les diferencia la exigencia del comité de empresa de retirar las sanciones de empleo y sueldo impuestas a ocho trabajadores por la huelga de celo.

Tras el fracaso en la reunión y a la espera del encuentro de hoy de los trabajadores con el alcalde de Alicante, el socialista Gabriel Echávarri, los paros parciales de una hora de duración al inicio de cada turno volverán a producirse desde la noche de mañana viernes, prolongándose durante todo el fin de semana hasta el lunes.

Desde el comité de empresa, su presidente emplazó ayer al vicealcalde de Alicante y portavoz de Guanyar, Miguel Ángel Pavón, a «explicar» por qué no se une a la propuesta de PSOE y Compromís de pagar más a la concesionaria para contratar a más personas y, así, mejorar la limpieza en Alicante. «Pavón tiene que explicar por qué no está de acuerdo con solucionar el problema y por qué cree que este caso no va con él», señaló el representante sindical, quien se refirió a Guanyar porque es la formación que tiene delegadas las competencias de Medio Ambiente y Limpieza a través del concejal Víctor Domínguez.

La marca blanca de EU en el Ayuntamiento de Alicante, en voz de Pavón, insistió el pasado martes en su negativa a «elevar el gasto en limpieza y menos en un contrato del PP con una UTE participara por el presunto corruptor del caso Brugal [en alusión a Ortiz]».

Y mientras la empresa y el comité evidencian sus diferencias una vez más y el tripartito sigue dividido sobre las medidas a tomar para solucionar el problema endémico de la suciedad en Alicante, esta vez con Pavón en solitario, la ciudad sigue llena de basura, tanto en el turístico Casco Antiguo como la mayoría de barrios.