La consellera de Sanidad Universal y Salud Pública, Carmen Montón, anunció ayer que la red pública sanitaria programará actividad quirúrgica los sábados para reducir las listas de espera aunque no concretó la forma en la que se financiará. Sólo en el Hospital General de Alicante hay 5.000 personas.

Montón indicó que se va a «dar un impulso para acortar los tiempos de espera, aumentando el plan de autoconcierto, intentando hacer más con nuestros propios medios y programando actividad quirúrgica el sábado para que los quirófanos con actividad programada funcionen también».

Con esta medida, «se busca seguir la tendencia de disminuir el numero de pacientes que están en lista de espera para una intervención quirúrgica no urgente», al tiempo que se apuesta por «la información directa, individualizada y personalizada de cada paciente» para saber cuánto tiempo tienen de demora para su intervención quirúrgica», resaltó la consellera.

Sobre las listas de espera del anterior gobierno del PP, Montón aseguró que se ha eliminado «la contabilidad B, pues ya no se miente en cuanto a la lista de espera. El PP dejó en 2015 una bolsa oculta, una contabilidad B de más de 10.000 pacientes y 3,5 millones de días de demora y esto ya no se hace».

La consellera analizó los retos adquiridos en la reciente cita del Consell en Ademuz, como la atención domiciliaria farmacéutica para personas dependientes en especial situación de vulnerabilidad que tienen un cuidador no profesional y no están institucionalizados, buscando una mejor calidad asistencial y farmacéutica.

Otro compromiso es la estrategia de la diabetes, desde la prevención hasta la investigación. «Estamos hablando de declarar a la Comunitat Valenciana espacio cardioprotegido con un decreto que está a punto de salir de regulación del uso de los desfibriladores», añadió.

Montón también se refirió a la mejora de la humanización de los servicios, empezando por las unidades de cuidados intensivos y, por último, seguir con las medidas de eficiencia, con más compras centralizadas, en este caso, de las endoprótesis.

Sobre las medidas de eficiencia y buena gestión, Montón recordó que en 2016 se produjo ya un ahorro de 220 millones de euros «sin tocar la calidad asistencial, sin tocar los derechos de los trabajadores e incluso incorporando fármacos innovadores como los del tratamiento del cáncer o de hepatitis C».

Todo ello se ha conseguido, según remarcó la consellera, «recurriendo a la compra centralizada, de control de stock, de eficiencia energética y un mejor control sobre las concesiones y los conciertos».