Las editoriales han solicitado una entrevista con el secretario autonómico antes de que acabe este mes para tratar de evitar sucesivos cambios normativos que afectan a la organización y rentabilidad de estas empresas.

El presidente del colectivo editorial, José Moyano, remarca las preocupaciones del sector que expondrá ante el número dos de Educación este mismo mes.

¿Han recibido solicitudes de centros de la Comunidad Valenciana para cambiar libros a última hora?

Hemos hecho un gasto en duplicar materiales y ahora intentamos salvar los desajustes de forma que cada empresa llegue con el centro educativo al acuerdo que más favorezca a las familias. Es un tema ruinoso que no pasa en ninguna otra parte del mundo pero las relaciones comerciales específicas con cada suscriptor favorecen que haya acuerdos en este sentido. Se hace por dar un servicio de calidad a las familias y profesores. Es una pena que esto ocurra a principio de curso por una falta de planificación.

Querrá decir por una cuestión jurídica ya que el TSJ ha suspendido cautelarmente el plurilingüismo.

Muchos dábamos por anticipado lo que iba a suceder porque ya ha pasado en otras comunidades anteriormente y con otros partidos políticos. Lo que hay que intentar es llegar a una normativa común que evite estos reveses. Estamos acostumbrados a que se tomen decisiones rompiendo los plazos naturales pero no puede ser que en septiembre estén los ejemplares distribuidos en las librerías y se hagan cambios que afectan tanto.

¿Qué suponen estos cambios en concreto para su sector??

Lo que nos viene bien a cualquier empresa en este país es la certidumbre. No podemos estar sometidos a cambios continuos de normativa y es lo que ocurre en la enseñanza. Con 17 realidades que pueden cambiar cada año, ninguna empresa querrá invertir en este país porque lo que ahora pasa al sector editorial se traslada a otras empresas también. Ojalá logremos un pacto educativo y esto no vuelva a pasar.