¿Cómo valoran desde el comité de empresa los primeros días de paros parciales en el servicio de limpieza y recogida de basura de la ciudad de Alicante?
Nadie quiere llegar a una situación de huelga, ni nosotros (los trabajadores), ni la empresa, ni los ciudadanos ni tampoco el Ayuntamiento. Esperamos que la huelga acabe esta semana. En la plantilla estamos abiertos a suspender los paros si la empresa acepta mejorar su última oferta. Nosotros ya hemos rebajado mucho la propuesta que hicimos en un inicio.
Desde fuera, no se ven tan distantes las posturas de empresa y trabajadores: UTE Alicante ya ofrece una subida del 1,2% vinculada a la antigüedad y ustedes, los trabajadores, exigen que no haya ningún condicionante.
Si, en un primer momento nosotros pedíamos una subida del 1,6% para los sueldos del año 2016 y la empresa empezó en un 0,25%. Y no hay que olvidar que nosotros exigimos la retirada de las sanciones de empleo y sueldo a ocho trabajadores por la huelga de celo.
Luego vendría la negociación de los salarios de 2017 y 2018...
Sí, eso sería el siguiente paso una vez acabe la huelga y nos volvamos a sentar a hablar. En ambos años, nosotros reclamamos una subida del IPC más un punto. También pedimos más personal y la reposición de los vehículos defectuosos. Estas dos cuestiones también han avocado a la huelga.
Como trabajador del servicio de limpieza y recogida de basura, ¿cómo ve la ciudad? ¿Cree que está tan sucia como denuncian los vecinos de Alicante?
Sí, Alicante está sucia, ya lo hemos explicado a quien nos han querido escuchar, desde vecinos a partidos de la oposición como Ciudadanos. Alicante está sucia porque hace falta más personal y una mejor maquinaria, la actual está en muchos casos obsoleta. Esa situación provoca unos retrasos en el servicio, que impide que se dé como tocaría hacerlo.
El alcalde, Gabriel Echávarri, lleva meses apostando por pagar más a la empresa para que se contrate a más trabajadores. ¿Apoyarían esta iniciativa que no cuenta con el beneplácito de Guanyar, responsable del área?
Pese a que la plantilla ha perdido a cien personas desde el año 2013 (cuando se firmó el nuevo contrato), creemos que hacen falta entre treinta y cincuenta trabajadores más. Entenderíamos que no se recuperen todos los puestos, porque puede que hubiese un exceso de personal, pero creemos que hacen falta al menos treinta personas. ¿La medida del alcalde? Sí, creemos que es necesaria, hace falta más plantilla y mejores vehículos, y ambas cosas pasan por gastar más dinero en la limpieza.
Esta semana vuelven a sentarse con la empresa para intentar desbloquear la situación, ya que está prevista una reunión mañana en el Tribunal de Arbitraje Laboral. ¿Espera cambios en la posición de la empresa?
No sabemos, pero confiamos lo justo. Ahí la empresa puede aceptar nuestra propuesta económica y retirar las sanciones.
El jueves, si sigue todo igual, se reunirán con el alcalde. ¿Puede hacer algo el Ayuntamiento?
Sí, nos reuniremos el jueves. Ya nos hemos visto con el concejal de Limpieza, Víctor Domínguez, que a su vez ha pedido al alcalde que se reúna con los representantes de las empresas FCC y Ferrovial [que participan junto al alicantino Enrique Ortiz en UTE Alicante].
¿Y no con Enrique Ortiz?
Ortiz es el innombrable en el Ayuntamiento, no se habla de él. Nosotros, como trabajadores, no entramos en las competencias políticas. Con Víctor Domínguez ya nos hemos reunido y él pidió a la empresa que rompiese las sanciones. Ahora a ver qué puede hacer el alcalde. No sé la mediación que pueda hacer el alcalde, su fuerza ante la empresa. Me consta que el Ayuntamiento intenta que se retiren las ocho sanciones.
¿Qué espera que revele la auditoría que se ha empezado a realizar a la empresa desde el Ayuntamiento de Alicante?
Nosotros ya hemos ido demostrando día a día las deficiencias del servicio. Todos los datos se los hemos trasladado al concejal de Limpieza por si no los conocía. Por ejemplo, no se limpian los asientos de los contenedores, no se reparan los que se rompen...
