La recuperación que experimenta el sector de la náutica desde hace dos años se ha confirmado este verano con unos datos que consolidan Alicante como la tercera provincia del ránking nacional tercera provinciaen matriculaciones de embarcaciones de recreo. Este dato cobra más fuerza todavía si tenemos en cuenta que los clubes náuticos del litoral de la Costa Blanca han rozado le 100% de ocupación este pasado mes de agosto, cuando la mayoría de ellos están funcionando gracias a concesiones temporales que se prorrogan mes a mes.
Con más embarcaciones matriculadas y una buena campaña turística en el Mediterráneo, los clubes náuticos han aprovechado la coyuntura, alcanzando cifras de ocupación de amarres «iguales o ligeramente mejores al año pasado, con el mismo número de amarres ya que no se han ampliado o construido nuevas instalaciones», según ha señalado el gerente de la Asociación de Clubes Náuticos de la Comunidad Valenciana (ACNCV), Jordi Carrasco.
«Este verano se ha dado mucho tránsito de barcos en los clubes de litoral norte de provincia, como Calp, Dénia, Xàbia, hasta El Campello, con muchas embarcaciones en dirección a otros puertos del Mediterráneo, especialmente a las Islas Baleares. En los clubes de la zona sur la afluencia ha sido por periodos más duraderos», asegura Carrasco.
Después de consultar a los catorce clubes alicantinos que pertenecen a la ACNCV, se ha obtenido una media en julio que ha oscilado entre el 90 y el 92%, mientras que en agosto la media ha rozado el 100%. Si tenemos en cuenta que ocho de esos clubes (Altea, Les Bassetes en Benissa, Dehesa de Campoamor en Orihuela, Torre Horadada en Pilar de la Horadada, Moraira en Teulada, Costa Blanca en Alicante, Xàbia y Torrevieja, además del Puerto Blanco en Calp que no está gestionado por un club náutico), obtuvieron en junio una concesión provisional de la Generalitat para mantener su actividad, se puede entender la angustia con la que trabaja el sector.
Para Carrasco, «el sector náutico padece en la Comunidad Valenciana una precariedad absoluta. Se han olvidado de los puestos de trabajo que genera el turismo náutico, a diferencia de otras comunidades como Murcia, que están ganado mucho terreno gracias a aplicar una normativas mucho más aperturista».
A las concesiones provisionales mensuales, que se podrán prorrogar por un máximo de tres años si antes no se aprueba una autorización de la actividad a más largo plazo , se une otra «batalla naval» abierta a propósito del canon que paga cada club. Las tasaciones que ha fijado el Consell aumentan en siete veces lo que pagaban hasta ahora. La aplicación de la nueva Ley de Puertos, en base a la cual se han calibrado las tasaciones, ha sido duramente criticada por los clubes, que reclaman que se les valores como entidades que fomentan el deporte y el turismo.
Los datos más actuales emitidos por la Asociación Nacional de Empresas Náuticas (ANEN), con cifras facilitadas por la Dirección General de la Marina Mercante, confirman que a finales de julio de 2017 ya se habían matriculado 468 embarcaciones en la Comunidad Valenciana, el 63,46% (297 barcos) en Alicante, muy por encima de los 141 barcos matriculados en Valencia y los 30 en Castellón.
Si trasladamos estos datos a nivel nacional, Alicante sigue por detrás de las Islas Baleares y Barcelona, pero ya ha superado con cierto margen a provincias que durante años estaban por delante de la Costa Blanca como Girona, Málaga, Cádiz o Madrid.
Fondeo diurno
Otra de las consecuencias de la elevada ocupación de amarres es el abundante fondeo de barcos que se da en muchas calas recogidas del litoral, como por ejemplo en Xàbia. Jordi Carrasco defiende que se trata de «fondeo diurno, que tiene un efecto ínfimo para las praderas de Posidonia oceánica en comparación con vertidos u otros agentes contaminantes. En cualquier caso, estaríamos encantados de trabajar con la administración para que el impacto sea el menor posible».
En opinión del representante de los clubes náuticos de la Comunidad Valenciana, «no se puede decir que la Administración le da la espalda a la náutica, pero no le da la importancia al sector que deberían. Un municipio que fomenta el turismo náutico tiene un plus de diferenciación respecto a otras localidades costeras. En vez de potenciar el sector, nos están pasando por la izquierda y por la derecha». O lo que es lo mismo, en el argot marinero, nos adelantan por babor y por estribor.
