Los restos de hormigón sobre el asfalto y las repetidas marcas de neumático en el murete que separa la carretera del nuevo carril bici, en el Acceso Sur de Alicante, evidencian los habituales percances de los conductores en la zona. El punto más conflictivo, según los habituales, se sitúa en la avenida de Elche en dirección salida de la ciudad, poco antes de llegar al Barranco de las Ovejas. En ese punto está el «kilómetro cero» del nuevo carril bici, y ese es el principal problema. Según explican varios conductores que han tenido incidentes con el citado murete, se produce un brusco e inesperado giro a la izquierda que puede acabar en un choque contra el bordillo de hormigón. De hecho, en ese punto del carril bici, se pueden observar trozos ya desprendidos del murete, producidos por el choque de los choques a su paso por ese punto. «No te lo esperas. Vas conduciendo por una recta larga y, de repente, al empezar el carril bici, te obligan a hacer un giro fuerte. De noche, al no haber casi iluminación, resulta muy fácil chocarte con el bordillo», explica uno de los conductores que ha tenido que acudir a un taller mecánico a causa de los daños ocasionados en su vehículo provocados por un choque con el bordillo.

Tal y como relatan los habituales del Acceso Sur, el inicio del nuevo carril bici ha provocado un desvío para el tráfico rodado, que ahora debe girar el volante antes de llegar al Barranco de las Ovejas para no colisionar contra el murete de separación de la carretera y el carril bici, que a día de hoy concluye a la altura de la EUIPO, pero que el Ayuntamiento tiene previsto ampliar hasta Urbanova.

Ante las quejas recibidas en este diario y trasladadas a la Concejalía de Movilidad, el edil Fernando Marcos se muestra abierto a llevar a cabo actuaciones para evitar más percances con el bordillo. Pese a asegurar que no tenían «constancia» de accidentes en ese tramo de la avenida de Elche, el edil socialista aseguró que se estudiarán intervenciones «si hace falta poner cualquier tipo de señal» para evitar los percances de los vehículos con el elevado de hormigón. Desde la Concejalía de Movilidad apuntaron la posibilidad de colocar «luces» u otro tipo de elemento que alerte de la presencia del citado bordillo. Ésta es una de las peticiones de los conductores que han sufrido incidentes en la zona en los últimos días. «Como el bordillo es de un color similar al asfalto y en muchos tramos apenas hay iluminación, resulta difícil verlo, sobre todo por la noche. El Ayuntamiento debería colocar luces o pintura reflectante», aporta otro conductor.

En la misma avenida, pero en sentido de entrada a la ciudad de Alicante, un usuario tuvo recientemente un accidente al chocar contra el muro que separa la avenida de las vías del tren. «Los carriles son tan estrechos que un camión, que iba por el carril de al lado, se me echó encima, me asusté y acabé con la furgoneta muy afectada, con un choque que afectó a la aleta, la puerta, el paragolpes y el neumático. En total, me costó 2.200 euros», señaló Alonso, conductor de una furgoneta afectada por otra de las quejas de los habituales de la zona, la estrechez de los carriles tras la construcción del nuevo carril bici.