Era una enfermedad que casi había desaparecido. Pero los casos de paperas se han disparado en el último año en la provincia de Alicante. Tanto que hasta julio los contagios notificados por la Conselleria de Sanidad han sido 740. En el mismo periodo del año anterior fueron 29. Estas cifras suponen que el número de casos se ha multiplicado por 25 en la provincia en tan sólo un año.

Si bien los niños son quienes tradicionalmente más padecen esta dolencia, hasta las consultas de los médicos están llegando esta vez muchos adultos que han contraído paperas, debido a la poca efectividad de la vacuna que recibieron en su momento. La vacuna frente a la parotiditis se introdujo en el calendario de vacunación español en el año 1981.

A finales de 1998 se produjeron varios brotes, por lo que se empezó a cuestionar la efectividad de la vacuna y finalmente un año después se retiró una de las dos cepas utilizadas en la inmunización. Según un informe de la Conselleria de Sanidad, esta cepa fue utilizada en la Comunidad Valenciana entre los años 1994 y 1995 para vacunar a los niños que entonces tenían 15 meses en una primera dosis y a los de 11 años en una segunda dosis. Precisamente estos dos grupos de población -que ahora tienen entre 25 y 35 años- son los más afectados por las paperas.

«La vacuna era defectuosa y no ofrecía una protección suficiente frente a la enfermedad», explica Aurelio Duque, presidente de la Sociedad Valenciana de Medicina Familiar y Comunitaria. De esta forma, «pasados unos años este grupo de población ha quedado desprotegido y contrae la dolencia con facilidad en cuanto entra en contacto con algún enfermo».

Actualmente la vacuna frente a las paperas está incluida en la denominada triple vírica, que incluye además la inmunización frente a la rubeola y el sarampión. La triple vírica, financiada por la Seguridad Social, se administra a los niños en dos dosis, a los 12 meses y a los tres años de edad. «Se trata de una vacuna muy efectiva y segura, por lo que todos los pediatras recomendamos a los padres que la administren», señala el pediatra José Pastor.

Fiebre, dolor de cabeza y sobre todo hinchazón a ambos lados de la cara son los principales síntomas de esta enfermedad vírica que se contagia muy fácilmente. Pese a que en la inmensa mayoría de casos la enfermedad transcurre sin mayores complicaciones, entre un 25% y 40% de los niños y hombres en edad adulta que la padecen sufren inflamación en los testículos, lo que puede dar lugar a casos de infertilidad. En niños también puede derivar en una meningitis vírica, «aunque de buen pronóstico», matiza Pastor.

La facilidad con la que se extienden las paperas es una de sus características más significativas. La forma de contagio es a través de las gotas de saliva o del contacto con las manos. Por eso, añade José Pastor, «es tan fácil que la enfermedad pase de un niño a otro, porque constantemente se tocan la boca y comparten juguetes». Una vez pasada la enfermedad, quien la padece queda inmunizado de por vida.

Actualmente no hay un tratamiento específico para las paperas, «sino que hay que tratar los síntomas, como la fiebre», afirma Mariola García, coordinadora de Pediatría en la Clínica Vistahermosa de Alicante. En este centro sanitario llevan vistos este año 53 casos de paperas en adultos, «frente a apenas unos cuantos en niños».

En el 85% de los casos de personas mayores, «la enfermedad no ha tenido su origen en el virus de las paperas, sino en bacterias u otro tipo de virus», señala García. Sólo en uno de los casos atendidos en la Clínica Vistahermosa por esta dolencia el paciente no estaba vacunado.

El área de Salud Pública de la Conselleria de Sanidad lleva un estrecho seguimiento de cada nuevo caso de paperas que se notifica. En otros casos similares, como el brote de sarampión de 2012, Sanidad optó por revacunar a decenas de niños.

Los casos detectados en lo que llevamos de año sitúan la tasa de incidencia de la enfermedad en 40,61 casos por cada 100.000 habitantes en la provincia. En la Comunidad Valenciana esta tasa es de 35,34 casos por cada 100.000 habitantes.

Desde el departamento de Carmen Montón recuerdan que antes de la inclusión de la vacuna frente a la parotiditis en el calendario de vacunación infantil la tasa de incidencia de esta enfermedad llegó a situarse en 1.294,53 casos por cada 100.000 habitantes en su pico más alto. Un estudio elaborado por el Ministerio de Sanidad sobre los brotes de paperas entre los años 2005 y 2011 determinó que un 46% de los casos se produjo entre quienes entonces tenían de 15 a 29 años y que en el 70% de casos estaban vacunados.