Una hora menos de trabajo por turno dejó ayer todo el centro de Alicante repleto de bolsas de basura. El inicio de los paros parciales en el servicio de limpieza y de recogida de residuos sólidos se hizo ayer especialmente visible en toda la zona centro de la ciudad, especialmente en el Barrio, al que se sumaron muchas zonas colindantes, entorno a la Rambla y el Ayuntamiento, como la calle Jorge Juan, el Portal de Elche, la Plaza Gabriel Miró o el entorno del Teatro Principal. Incluso en contenedores instalados en El Postiguet o por la Plaza de Toros, había bolsas de basura rebosando.

Tal y como estaba anunciado, a las 23.00 horas del viernes no salió a trabajar la brigada habitual que comienza su turno a esa hora. Lo hizo una hora más tarde, al igual que los camiones de recogida de residuos que comienzan en la medianoche. Ese retraso se mantuvo al inicio de cada turno, tanto de madrugada como a primera hora de la mañana, que salen otros empleados de la UTE Alicante a baldear y barrer las calles.

El presidente del comité de empresa de la UTE Alicante, Antonio Martínez, explicó que la huelga se estaba desarrollando «con total normalidad. Cada brigada ha salido una hora más tarde a trabajar y, como los recorridos están muy ajustados, pues eso habrá provocado deficiencias del servicio».

Un grupo de barrenderos que en lugar de empezar a trabajar a las seis de la mañana lo hizo a las siete, explicaba poco antes de finalizar su turno a las 12.00, que esa hora menos les había impedido dejar las calles como un día normal. «Al comenzar más tarde no podemos limpiar igual que cualquier otro día. Encima, los sábados es cuando más suciedad hay y hasta que no pase el camión recogiendo la basura, nosotros no podemos barrer alrededor de los contenedores», afirmaban los empleados de la empresa concesionaria. Hay que tener en cuenta que en la zona centro, comprendida entre Pérez Galdós, Óscar Esplá, la Plaza Topete, el Puerto y el Postiguet, hay destinados doce barrenderos de 6 a 12 horas.

En la anterior huelga de celo, convocada por los trabajadores a mediados de agosto, el Barrio amaneció repleto de basura y tuvo que acudir personal de refuerzo de otras zonas de la ciudad para llevarse esa acumulación de residuos sólidos. Esta vez, a media mañana, cuando comenzaron a montarse las terrazas de cafeterías y bares, no había acudido nadie a retirar la basura.

De hecho, los residuos siguieron en el mismo sitio todo el día. Es más, a media tarde la montaña de restos se hizo más elevada ya que el servicio especial de recogida para hostelería que funciona por las tardes tampoco realizó su labor con normalidad. A partir de las 20.00 horas, con las terrazas del Barrio repletas de turistas y visitantes, tuvieron que ser algunos bares los que apartaran las basuras de sus negocios para no incomodar a sus clientes.

Este mismo sistema de huelga se aplicó en los turnos de recogida de basura que atienden el Mercado Central. La brigada que empieza a funcionar a las 15.00 horas, no salió a trabajar hasta las 16.00 horas, por lo que, el primer sábado de septiembre, con una tasa de ocupación turística todavía muy elevada, el «tarde0» compartió espacio con la huelga de la basura.