Las fuentes ornamentales repartidas por Alicante, especialmente por el centro de la ciudad, pueden llegar a ser un auténtico misterio para los viandantes. Cada una tiene su horario y es muy habitual ver a niños y mayores esperando a que salgan chorros de la plaza de la Montañeta o del Ayuntamiento sin que estos aparezcan.

Por ejemplo en esta última a partir de mediodía sólo se queda uno pequeño durante unos 20 minutos más que los demás hasta que finalmente el pavimento se queda seco. Y en la de la Montañeta, que se puede activar desde el suelo, se dan cientos de pisadas al día sin resultado.

El motivo es obviamente el ahorro de agua que implantó el Ayuntamiento, aunque el edil del área, Víctor Dominguez, asegura que existe un horario de invierno y otro de verano y que éste último es más amplio.

Tampoco es extraño pasar por la plaza de la Estrella y verla funcionando o no dentro de la misma mañana. Sin embargo, otros surtidores más alejados de las miradas de los turistas, como el ubicado en el patio del Observatorio de Medio Ambiente, en Vía Parque, edificio que aún no se ha inaugurado, funciona a pleno rendimiento.

La Plaza de los Luceros ya tuvo que ampliar su horario de funcionamiento hace un par de años porque pese a ser posiblemente la más emblemática de la ciudad, sólo estaba en funcionamiento seis horas al día. Símbolo de Alicante es también la plaza del Mar, donde muchos turistas se hacen fotos de camino al paseo del Puerto o a la playa del Postiguet. Funciona durante toda la mañana pero desde hace al menos tres semanas el géiser central está averiado y sólo funcionan los que lo rodean.