«Cada vez hay más y venden de todo, gafas de sol, bolsos, zapatillas...no se debería permitir porque hacen mucho daño a quienes estamos aquí instalados. Es competencia desleal», explica indignado uno de los dependientes de un puesto de venta en el Paseo del Puerto. «Avisamos a la Policía cuando los vemos pero como si nada, en cuanto se dan la vuelta vuelven y otra vez lo mismo», añade. El problema de los manteros se ha incrementado este verano. El PP achaca este aumento a la desaparición de la unidad Fox de la Policía Local que antes vigilaba la venta ambulante. Además, entienden que si no hay vigilancia «dado la situación en la que estamos, malo. Y si la hay pero hacen la vista gorda pues también porque esta venta es ilegal».

Sea por este motivo o por otro, lo cierto es que este verano el Paseo del Puerto, la Explanada y sobre todo, la avenida de Niza en la Playa de San Juan están llenas por las tardes y los fines de semana de jóvenes que despliegan sus productos en el suelo y que salen corriendo en cuanto llega la Policía.

Los manteros suelen vender imitaciones de todo tipo de productos y obviamente no pagan impuestos y esa es la parte que indigna a los comerciantes. No obstante, muchos de ellos admiten que «los pobres es el único medio de vida que tienen, mejor que vendan que andar robando que es a lo que estarían abocados en su situación. Por eso varios de ellos, incluída la presidenta de la Asociación de Comerciantes Avenida de Niza-Costa Blanca, Loli Fernández, lamentan que «no se persiga a las mafias que hay detrás en lugar de ir contra ellos. Lo último de lo que nos hemos enterado es que ahora les cobran la mercancía antes de que la vendan, de manera que si pierden los artículos en una redada les toca además pagar la deuda», explica. «Por algún lado entrará toda esa mercancía ilegal y eso es lo que se debería controlar más seriamente», apostilla Fernández.

Desde los puestos fijos de la Explanada también coinciden en que la presencia de manteros les perjudica. «Lamentablemente perjudican a nuestra venta y es algo que se debería regular para que todos estemos en igualdad de condiciones. La verdad es que es un tema complicado porque ellos sólo se ganan la vida como pueden, el problema es todo lo que hay detrás», afirma una vendedora con puesto de venta legal.

Otros vendedores apelan a la concienciación de la ciudadanía. «Si están ahí es porque venden y si venden es porque hay clientes que les compran», concluyen.