Son sucias y ruidosas. Carla Serrano está sufriendo las consecuencias de tener como vecinas a las palomas. Decenas de ellas han anidado en su bloque, ocasionando a los vecinos un rosario de problemas. «Tiendes la ropa y te la ensucian y todo está lleno de sus cacas y de sus desperdicios, además de que es habitual que aparezcan palomas muertas. Huele fatal y es un nido de insalubridad», señala esta vecina del barrio de Ciudad de Asís. Al parecer las palomas han encontrado en las tejas que hay entre los pisos el lugar perfecto para anidar.

Carla vive en un primero y a escasos metros de su balcón, por el patio de lucres del inmueble, hay un techo de uralita que instaló el vecino del bajo. «Toda la suciedad se queda acumulada ahí, muy cerca de mi vivienda», lamenta. De hecho, añade, «jamás había entrado una cucaracha en mi casa y este verano cada dos por tres me encuentro alguna y uno de mis vecinos ha tenido incluso ratas».

Tampoco pude tener las ventanas abiertas, «porque en cuanto te descuidas entran palomas a casa». Los problemas con las palomas comenzaron el verano pasado, «pero este año es insoportable, incluso han llegado a hacer nidos en el tubo del extractor de humos».

Esther López, presidenta de la asociación de vecinos Ciudad de Asís explica que hace unas semanas acudieron al edificio técnicos de la Concejalía de Sanidad y retiraron varias palomas muertas, «pero después de esto no hemos sabido nada más. Desde la concejalía nos dicen que los huecos en los que anidan las palomas son propiedad privada y que en todo caso deben ser los vecinos quienes se encarguen de taparlos. Algunos de ellos ya lo han hecho».

La asociación también se ha puesto en contacto con la Concejalía de Protección Animal para trasladarle el malestar por la gran cantidad de palomas que hay en el barrio. «Nos han dicho que la culpa es de los vecinos que les dan de comer, algo que está totalmente prohibido, y que la solución pasa porque hagamos fotos de estos vecinos y les denunciemos».